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Qué hacer con salchichas: 12 ideas revolucionarias

La salchicha es ese ingrediente que nunca defrauda. Es rápido, sabroso y combina con casi todo lo que tienes en la nevera. ¿Tienes un paquete ahí y no sabes qué hacer con él? Estás en el lugar adecuado. Tanto si te apetece algo acogedor, como un estofado de salchichas, como si sólo necesitas una cena rápida en 20 minutos, aquí tienes un plato con tu nombre. Hemos reunido recetas con salchichas que tienen mucho sabor, poca preparación y son perfectas para las noches entre semana (o los fines de semana perezosos).

Si eres como nosotros, tus recetas de salchichas solían estar desperdigadas por todas partes: capturas de pantalla enterradas en el rollo de la cámara, enlaces perdidos en un mar de pestañas y garabatos en papel de borrador que jurabas recordar. Esa es una de las razones por las que creamos ReciMe. Queríamos una forma fácil y fiable de guardar todas nuestras comidas favoritas (especialmente las que realmente hacemos, como estas ideas para salchichas), planificar qué cocinar a continuación y convertirlo en una lista de la compra en cuestión de segundos, sin el caos habitual. Tanto si estás probando tu primera pasta con salchichas como perfeccionando un guiso familiar, ReciMe mantiene todo en un mismo lugar para que puedas pasar menos tiempo buscando esa receta y más tiempo disfrutándola.

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Por qué las salchichas son el mejor aliado en la cocina

Antes de entrar en las recetas, vamos a hablar de por qué la salchicha merece más amor en su rotación semanal.

  • Es un atajo de sabor. La salchicha ya está condimentada, lo que significa que añade profundidad instantánea a lo que esté cocinando. No hace falta que busques 10 especias diferentes.
  • Es rápido. La mayoría de las salchichas se cocinan en menos de 15 minutos, lo que las hace perfectas para las noches ajetreadas en las que quieres comida de verdad, rápido.
  • Funciona en todas las estaciones. Mézclelo en una pasta en verano, métalo en una tarta en otoño, échelo en un estofado en invierno. Se adapta a tus antojos.
  • Hay una versión para cada uno. Cerdo, pollo, pavo, picante, dulce, vegetariano, sea cual sea su preferencia, la salchicha aparece.

En otras palabras: es asequible, versátil e infinitamente útil. Si tienes un paquete en la nevera, ya tienes ventaja.

1. Sopa cremosa de salchichas y judías con un toque de sidra y mostaza

Esta sopa es tu héroe entre semana. Se prepara en 20 minutos, sabe como si se hubiera cocido a fuego lento durante horas, y de alguna manera se las arregla para sentirse indulgente y bueno para usted.

Empieza con una salchicha de buena calidad: de cerdo, pollo o pavo. Córtala en rodajas y dórala en una olla hasta que adquiera ese borde dorado y crujiente. Ese sabor caramelizado es oro. Añade cebolla y ajo picados y vierte el caldo de verduras o de pollo. Añade judías cannellini escurridas, un chorrito de sidra de manzana y una cucharada de mostaza de Dijon. La sidra aporta dulzor, la mostaza añade acidez, y juntos cortan la riqueza de la salchicha maravillosamente.

Para terminar, añade un chorrito de nata (opcional, pero merece la pena), un puñado de col rizada o espinacas picadas y un poco de pimienta negra. Déjalo cocer a fuego lento unos 10 minutos hasta que las verduras se ablanden y la sopa espese un poco.

Cúbralo con parmesano rallado, sírvalo con pan crujiente y obtendrá un plato reconfortante, sin estrés.

2. Cena en sartén con salchicha asada, brócoli e hinojo

Si la hora de la cena te parece caótica, ésta es tu solución. Todo va en una bandeja y el horno hace el resto.

Coge una bandeja para hornear y mezcla rodajas gruesas de tu salchicha favorita con ramilletes de brócoli, hinojo en rodajas y cebolla roja. Rocía con aceite de oliva, sazona con sal, pimienta y una pizca de pimiento rojo si te gusta el picante.

El secreto está en exprimir medio limón por encima antes de meterlo en el horno. Ese poco de ácido aclara los sabores y corta la riqueza de la salchicha.

Asar a 220°C (425°F) durante unos 25-30 minutos, removiendo todo a mitad de cocción. La salchicha debe estar chisporroteando y las verduras ligeramente carbonizadas en los bordes.

¿Quieres subir el nivel? Añade una cucharada de mostaza integral o una pizca de queso feta desmenuzado justo antes de servir. Este plato está igual de bueno recalentado al día siguiente, así que haz más.

3. Spaghetti Aglio e Olio e Salsiccia (Pasta con ajo, aceite y salchicha)

Este es el tipo de comida a la que recurres cuando la nevera está vacía y estás a un pequeño inconveniente de pedir comida para llevar. Pero ofrece mucho más que los 15 minutos que se tarda en hacer.

Mientras se cuece la pasta, calienta un buen chorro de aceite de oliva en una sartén y añade el ajo laminado. Déjelo a fuego lento hasta que esté dorado y fragante, y luego añada la salchicha desmenuzada. La salchicha italiana picante queda muy bien, pero la salchicha dulce con un poco de escamas de chile también es estupenda.

Una vez que la salchicha esté dorada y crujiente, añade un cucharón de agua de la pasta a la sartén y remueve para soltar todos los trocitos pegados al fondo. Escurre los espaguetis y échalos en la sartén. Termina con perejil picado, un chorrito de limón y un puñado de parmesano rallado.

Es sencilla, salada, con ajo y un poco picante. Básicamente, todo lo que quieres en una pasta cuando estás cansado pero todavía te apetece algo satisfactorio.

4. Galettes de salchichas y acelgas

Estas galettes rústicas y sabrosas parecen elegantes pero son totalmente infalibles. Si sabes doblar la colada, sabes doblar la masa de hojaldre.

Para empezar, dora la salchicha en una sartén. Desmenúzala con una espátula mientras se cocina para conseguir esos trocitos crujientes. Una vez dorada, retírela y añada un puñado de acelgas picadas (o espinacas, si tiene). Añade un diente de ajo o dos, sal, pimienta y cocina hasta que las verduras se marchiten.

Deje que todo se enfríe un poco y, a continuación, mézclelo en un bol con un poco de queso rallado: Gruyère o cheddar son excelentes opciones. Ahora coge tu masa de tarta o de hojaldre favorita, córtala en círculos (de unos 15 cm de ancho) y vierte el relleno en el centro de cada uno.

Dobla los bordes de la masa hacia dentro, dejando el centro abierto. Unte la corteza con un huevo batido si tiene ganas de más y hornee a 190°C (375°F) durante 25-30 minutos o hasta que esté dorada y burbujeante.

Están buenísimos calientes o a temperatura ambiente. Sírvelos con una ensalada sencilla y ya está lista la cena. O córtalos en porciones más pequeñas para un brunch. Hazlo tú.

5. Sartén de salchichas y arroz

Una sartén, cero complicaciones y una cena que sabe como si te hubieras esforzado mucho más de lo que realmente lo hiciste.

Empieza con salchicha (en rodajas o desmenuzada), y cocínala con cebolla y pimiento picados hasta que todo esté dorado y aromático. Añade una cucharada de pasta de tomate y remuévelo para tostarlo un poco. A continuación, añade arroz blanco sin cocer y remueve para que los granos se impregnen de todo ese sabor a salchicha.

Vierte el caldo de pollo (unas 2 tazas por taza de arroz), llévalo a ebullición, luego tapa y reduce el fuego a bajo. Déjalo cocer a fuego lento durante 15-18 minutos hasta que el arroz esté tierno y se haya absorbido la mayor parte del líquido.

Al final, añade un puñado de guisantes o maíz congelados para darle color y dulzor. Pruébalo y añade un poco de zumo de limón o salsa picante si quieres. Ese pequeño toque ácido lo despierta todo.

Es un plato básico de la semana que simplemente funciona. ¿Y si alimentas a una multitud? Este plato se alarga de maravilla.

6. Pastel cremoso de setas y salchichas

Este es el tipo de plato que hace que tu cocina huela como un abrazo.

Empiece salteando champiñones laminados en mantequilla o aceite de oliva. Deje que se cocinen y caramelicen, quiere ese sabor profundo a nuez. Retírelos de la sartén y dore la salchicha a continuación. Una vez que ambos estén cocidos, combínelos en un bol grande con pasta cocida (algo corto y robusto, como penne o rigatoni).

A continuación, prepara una sencilla salsa de nata. Puedes hacer una bechamel rápida batiendo mantequilla, harina y leche en un cazo hasta que espese, o simplemente utilizar nata espesa calentada con ajo y una pizca de nuez moscada. Añade a la mezcla sal, pimienta y parmesano o mozzarella rallados.

Vierta todo en una fuente de horno, cubra con pan rallado y más queso, y hornee a 190°C (375°F) durante unos 25 minutos. La parte superior debe estar dorada y burbujeante.

Es rico, sustancioso y se recalienta de maravilla. Sin duda una receta para repetir durante los meses más fríos.

7. Tacos de salchicha picante con ensalada de repollo

La noche de los tacos no tiene por qué significar carne picada y un paquete de especias. La salchicha, especialmente el chorizo o el picante italiano, es un relleno increíble para tacos, sin complicaciones.

Empieza sacando la salchicha de la tripa, si la tiene, y cocínala en una sartén hasta que esté dorada y crujiente. Mientras tanto, prepara una ensalada súper rápida: corta la col roja o verde en rodajas finas, mézclala con zumo de lima, un chorrito de aceite de oliva, sal y quizás una pizca de azúcar si la col es muy picante. También puedes añadir un poco de yogur o nata agria para que quede cremosa.

Calienta las tortillas en una sartén seca o directamente sobre el fuego si te atreves. Pon la salchicha, la ensalada crujiente por encima y termina con cualquier otra cosa que te guste: rodajas de aguacate, cilantro, cebollas encurtidas, salsa picante.

Es el tipo de comida que parece mucho más impresionante de lo que realmente es. Y si tienes varios aderezos, cada uno puede preparar el suyo a su gusto.

8. Gnocchi con salchicha y verduras

Suaves almohadas de ñoquis, jugosa salchicha y un revoltijo de verduras marchitas, todo mezclado en una sartén: es el equivalente a una manta caliente.

Empieza dorando la salchicha en una sartén ancha. Cuando esté bien hecha, añada unos dientes de ajo picados y deje que chisporroteen durante un minuto. A continuación, echa directamente en la sartén una bolsa de ñoquis refrigerados o listos para consumir, sin necesidad de hervirlos primero. Añade un chorrito de caldo de pollo o agua y tapa la sartén. El vapor ablandará los ñoquis y absorberá todo el sabor.

Después de unos minutos, añada un par de puñados grandes de espinacas o col rizada picada. Deje que todo se cocine junto hasta que las verduras se marchiten y los ñoquis estén tiernos y dorados en algunos puntos. Añade un chorrito de nata o un puñado de parmesano si lo quieres salseado.

Es rica, rellena y se prepara en menos de 25 minutos. Además, solo necesita una sartén, lo que siempre es una ventaja.

9. Sopa de salchichas y lentejas

Esta sopa es lo que yo llamo "comida de verdad": sustanciosa, acogedora y, de algún modo, más nutritiva que la suma de sus partes.

Empiece salteando cebollas, zanahorias y apio picados en aceite de oliva hasta que estén blandos y dulces. Añada la salchicha en rodajas o desmenuzada (algo ahumado como kielbasa o andouille funciona muy bien aquí) y deje que se dore un poco. A continuación, añada una taza de lentejas secas (marrones o verdes), ajo, tomillo y una o dos hojas de laurel.

Vierta suficiente caldo para cubrirlo todo, llévelo a ebullición y, a continuación, redúzcalo a fuego lento. Dejar cocer hasta que las lentejas estén tiernas, normalmente entre 30 y 40 minutos. Pruébalo y sazónalo con sal, pimienta y quizá un chorrito de vinagre o zumo de limón al final para animarlo.

Sírvalo con pan, o no. De cualquier forma, es una comida completa. Además, sabe aún mejor al día siguiente.

10. Tarta de salchichas y manzana

Este plato puede sonar un poco raro al principio: ¿fruta y salchichas? Pero créeme, funciona. El sabor agridulce de las manzanas con la salchicha es pura magia otoñal, aunque, sinceramente, está bueno todo el año.

Empieza cortando unas cuantas manzanas firmes (como Honeycrisp o Pink Lady), cebolla roja y algunos tubérculos, como zanahorias, chirivías o incluso boniatos. Mézclalo todo con aceite de oliva, sal, pimienta y un toque de mostaza integral o tomillo fresco, si tienes.

Coloca encima las salchichas (de cerdo o pollo) y asa toda la bandeja a 200°C (400°F) durante 30-35 minutos. Dale la vuelta a las salchichas y remuévelo todo a mitad de camino para que se doren los bordes.

Una vez hecho, todo debe estar tierno, un poco caramelizado y con un olor increíble. Sírvelo tal cual, o ponle un poco de Dijon al lado si te gusta el toque picante.

Este es genial porque no necesitas hacer de niñera de nada, y el horno básicamente hace el trabajo mientras tú vives tu vida (o buscas ideas para la cena de mañana).

11. Champiñones rellenos de salchicha

Estos pueden haber comenzado como un aperitivo de fiesta, pero honestamente, relleno suficiente de ellos y tienes la cena.

Empieza con champiñones, los baby bellas van bien, pero si vas a hacer una comida, coge champiñones portobello grandes. Quítales los tallos y échales un chorrito de aceite y una pizca de sal.

Ahora, para el relleno: cocina la salchicha en una sartén hasta que esté dorada. Mézclalo con queso crema ablandado, un puñado de parmesano rallado, un poco de ajo, hierbas picadas (perejil o tomillo son geniales) y una pizca de pan rallado. Con una cuchara, rellena los champiñones y colócalos en una bandeja de horno.

Hornear a 190°C (375°F) durante unos 20 minutos hasta que esté dorado y burbujeante. Los champiñones se encogen un poco, concentrando su sabor, y el relleno se vuelve cremoso y crujiente por encima. Es rico, satisfactorio y funciona como guarnición, entrante o cena ligera con una ensalada sencilla.

Si quieres más cantidad, sírvelos sobre un lecho de cuscús o arroz y ya está.

12. Asado de salchichas y verduras en una sartén

No hay receta aquí, sólo pura magia con lo que tengas en la nevera. Este es el tipo de comida que preparas en piloto automático pero de la que te sientes orgulloso.

Coge una sartén y pon rodajas gruesas de salchicha (cruda o precocinada) junto con verduras picadas. Patatas, zanahorias, cebollas rojas, calabacines, pimientos, coles de Bruselas, cualquier cosa lo suficientemente resistente como para asarla. Rocía con aceite de oliva, sazona con sal, pimienta, quizá pimentón ahumado o condimento italiano si te apetece.

Mezclar todo en la sartén. Asar a 220°C (425°F) durante unos 30-40 minutos, removiendo una o dos veces hasta que la salchicha esté dorada y las verduras estén ligeramente crujientes en los bordes.

¿Quieres que parezca más una comida? Sírvelo sobre cuscús o quinoa, o rocíalo con tahini o salsa de yogur con hierbas.

Es una de esas comidas de "prepáralo y olvídate" que está sorprendentemente buena para el poco esfuerzo que supone.

Consejos inteligentes para cocinar con salchichas

Ya tiene las recetas, ahora le damos algunos consejos prácticos para que su juego con las salchichas sea sólido en todo momento.

  • Dóralo bien. No tengas prisa. Deja que la salchicha se asiente en la sartén durante uno o dos minutos antes de removerla para que quede crujiente y caramelizada. Ahí es donde vive el sabor.
  • No tires la grasa. Si estás cocinando salchichas en una sartén, no escurras toda esa sabrosa grasa. Utilízala para saltear cebollas o verduras y darles más sabor.
  • Guarda un alijo en el congelador. Las salchichas se congelan estupendamente. Ten a mano unas cuantas salchichas para las noches en las que se te haya olvidado planificar la cena.
  • Vaya más allá de la cena. Sándwiches para el desayuno, wraps para el almuerzo, bocaditos para fiestas... La salchicha no es sólo para las 6 de la tarde.

La salchicha es el ingrediente de bajo esfuerzo y alta recompensa que todos necesitamos. Así que la próxima vez que te preguntes qué preparar, empieza por ahí.

Última palabra

La salchicha no necesita una receta complicada ni horas en la cocina. Brilla en comidas rápidas, guisos contundentes y sopas acogedoras. Tanto si la usas para alargar un plato como para hacer algo realmente satisfactorio con unos pocos ingredientes, es uno de los alimentos básicos más flexibles de tu cocina.

Así que la próxima vez que mire en la nevera un paquete de salchichas, sepa que la cena ya está a medio hacer.

Preguntas frecuentes

1. ¿Puedo utilizar salchichas precocinadas en estas recetas?

Sí, totalmente. Simplemente córtalo en rodajas y añádelo hacia el final de la cocción para que se caliente sin secarse. Es perfecto para comidas rápidas como salteados, cenas en sartén y platos de pasta.

2. ¿Cuál es el mejor tipo de salchicha para cocinar?

Depende de lo que vayas a preparar. El chorizo italiano (picante o dulce) es ideal para la pasta y las sopas. El chorizo añade un toque ahumado a los tacos y guisos. Las salchichas de pollo o pavo son más ligeras pero no por ello menos sabrosas. Es imposible equivocarse.

3. ¿Cuánto duran las salchichas en la nevera?

Los embutidos crudos suelen durar de 1 a 2 días una vez abiertos. Las salchichas cocidas se conservan hasta 3 o 4 días si se guardan adecuadamente en el frigorífico; después, la calidad y la seguridad pueden disminuir.

4. ¿Puedo cambiar las salchichas de carne por salchichas vegetales?

Por supuesto. Sólo asegúrate de ajustar el tiempo de cocción, ya que muchas opciones vegetales están precocinadas. El sabor y la textura pueden diferir un poco, pero funcionan en la mayoría de las mismas recetas.

5. ¿Cuál es un buen acompañamiento para la salchicha?

Tienes montones de opciones: verduras asadas, puré de patatas, una ensalada rápida, pasta o incluso un bol caliente de cereales. Sinceramente, la salchicha es bastante flexible y combina bien con casi todo.

6. ¿Es sana la salchicha?

Puede serlo. Busca embutidos con ingredientes sencillos y carnes más magras si eso te preocupa. También puedes completar la comida con verduras y cereales para mantener el equilibrio.