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Plan de comidas de dos semanas para una dieta baja en yodo

Seamos sinceros, cambiar de dieta por motivos médicos puede parecer demasiado. Especialmente cuando te dicen que elimines productos cotidianos como los lácteos, el marisco e incluso los huevos. Pero aquí está la cosa: una dieta baja en yodo no tiene por qué ser miserable, confusa o sosa. Tanto si se está preparando para un tratamiento con yodo radiactivo como si sigue los consejos de su médico para una exploración, este plan de comidas de dos semanas está aquí para hacerle la vida más fácil. Sin ingredientes complicados. Sin estrés. Sólo comida de verdad que sabe bien y que ayuda a su tratamiento, no lo perjudica. Hemos preparado dos semanas completas de comidas bajas en yodo, para que no tenga que hacerlo usted solo. 

Por eso creamos ReciMe: para eliminar el estrés de la planificación de las comidas, sobre todo cuando se sigue una dieta específica como la baja en yodo. Sabemos lo abrumador que puede resultar tener que llevar un registro de lo que puedes y no puedes comer, leer todas las etiquetas y, aún así, intentar comer platos que realmente sepan bien. Con ReciMe, puedes guardar todas tus recetas favoritas bajas en yodo en un solo lugar, planificar tu menú de dos semanas con facilidad y generar listas de la compra inteligentes que ordenan todo por pasillo, para que no tengas que ir y venir de la tienda. Tanto si te estás preparando para el tratamiento como si sólo quieres mantenerte organizado, estamos aquí para ayudarte a tener un poco más de control, comida a comida.

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¿Qué es una dieta baja en yodo?

En términos sencillos, una dieta baja en yodo significa limitar los alimentos ricos en yodo durante un breve periodo de tiempo. Suele recomendarse antes del tratamiento con yodo radiactivo o de las exploraciones para el cáncer de tiroides. La idea es reducir el yodo en el organismo para que las células tiroideas absorban más yodo radiactivo durante el tratamiento.

Esto es lo que estás evitando temporalmente:

  • Sal yodada (y todo lo que se haga con ella)
  • Productos del mar y algas
  • Lácteos (leche, queso, yogur, mantequilla, etc.)
  • Yemas de huevo (las claras valen)
  • Soja y productos a base de soja (incluidos el tofu y la leche de soja)
  • Algunas alubias como las de lima, pinto, riñón y azul marino
  • Productos comerciales de panadería elaborados con acondicionadores de masa yodados
  • Colorante rojo #3 (presente en algunos caramelos y alimentos procesados)

No se trata de una dieta sin sal ni grasa. Puedes seguir disfrutando de comidas sabrosas y abundantes. Y sí, puede seguir utilizando sal, pero asegúrese de que no esté yodada.

Lo que puede comer (sí, hay mucho)

Estos son los alimentos que debes consumir durante una dieta baja en yodo. Son la columna vertebral de tu plan de comidas:

  • Frutas y verduras frescas o congeladas (crudas o cocidas)
  • Carne fresca, aves de corral o pescado de agua dulce (no procesado ni enlatado)
  • Claras de huevo
  • Arroz, pasta, avena, cuscús, quinoa, cebada
  • Leche no láctea (compruebe que no contiene carragenina ni algas añadidas)
  • Frutos secos sin sal y mantequillas de frutos secos
  • Pan casero o verificado bajo en yodo
  • Mermelada, miel, jarabe de arce, azúcar
  • Aceite de oliva, aceite vegetal
  • Chocolate negro (cacao 70% o superior)
  • Agua, zumo, limonada, refresco, té, café (sin leche)

Ahora, tomémoslo día a día, seamos sencillos e incluso disfrutemos de algunas comidas nuevas por el camino.

Semana 1: Comidas bajas en yodo día a día

Esta primera semana se trata de coger el ritmo. Hazlo sencillo. Utiliza ingredientes que ya te gusten. Y no te lo pienses demasiado, no hay necesidad de hacerlo todo desde cero si ya es seguro y está etiquetado.

Si preparas proteínas o guarniciones con antelación (como pollo a la parrilla, verduras asadas o arroz), ahorrarás mucho tiempo. Rotar ingredientes similares está muy bien. Lo aburrido es mejor que lo estresante.

Día 1

Desayuno

Copos de avena hechos con leche de almendras, cubiertos con rodajas de plátano y sirope de arce. Un desayuno reconfortante y fácil de preparar. Utiliza copos de avena, cuécelos en leche de almendras (comprueba que no contenga carragenanos) y termina con rodajas de plátano fresco y un chorrito de sirope de arce puro.

Almuerzo

Patata asada con pasta para untar no láctea y alubias asadas. Pueden ser blancas o dulces. Utiliza alubias enlatadas (comprueba si llevan ingredientes añadidos) y unta algo como Vitalite o Pure.

Cena

Pollo salteado con brócoli, zanahorias y arroz. Saltea pechuga de pollo magra con aceite de oliva, ajo y tus verduras favoritas. Sírvelo sobre arroz normal. Utiliza salsa sin soja baja en sodio o simplemente aceite de oliva y limón.

Merienda

Rodajas de manzana con mantequilla de cacahuete sin sal. Lo mejor es la mantequilla de cacahuete natural. Comprueba que no esté salada y que no contenga aceites ni edulcorantes añadidos.

Día 2

Desayuno

Tostadas con mermelada y una pera fresca. Utilice pan casero o comprado en la tienda sin acondicionadores yodados. La mermelada debe ser de fruta, sin aditivos.

Almuerzo

Ensalada de cuscús con garbanzos, pimientos asados y aceite de oliva. Prepara más verduras asadas para el almuerzo de mañana. Añade zumo de limón, pepino o hierbas para mantenerla fresca.

Cena

Chuletas de cerdo con puré de boniato y judías verdes. Asa las chuletas de cerdo a la parrilla o al horno. Cuece al vapor o asa las judías verdes y haz puré de boniato con un chorrito de leche de almendras y aceite de oliva.

Merienda

Tortitas de arroz con guacamole. Prepara el guacamole con aguacate machacado, zumo de limón y una pizca de sal. Las tortitas de arroz deben ser simples y sin sal.

Día 3

Desayuno

Ensalada de frutas con una pizca de canela. Utiliza lo que esté de temporada: melón, uvas, manzana, plátano, bayas. Añade canela molida para potenciar su sabor.

Almuerzo

Sándwich de pollo con pan casero, pasta para untar no láctea y lechuga. Puedes utilizar pan comprado en la tienda o preparar una hornada de pan casero bajo en yodo el día 1 y congelar las rebanadas.

Cena

Espaguetis con salsa de carne (sin queso). Utiliza pasta normal, carne picada de ternera o pavo y salsa de tomate casera. Añade hierbas como orégano o albahaca para darle sabor.

Merienda

Palomitas normales con una pizca de sal. Cocínalas al aire o con un poco de aceite de oliva. No añadas mantequilla ni polvos aromatizantes.

Día 4

Desayuno

Gachas de avena con manzanas troceadas y un chorrito de miel. Cuece la avena con agua o leche no láctea, cúbrela con manzanas troceadas (cocidas o crudas) y termina con miel.

Almuerzo

 Sopa de verduras sin lentejas y pan casero. Limítate a verduras como zanahorias, patatas y apio. Evita las sopas cremosas o con cubitos de caldo.

Cena

Salteado de ternera con calabacín, zanahoria y arroz. Utiliza tiras finas de ternera, muchas verduras y aceite de oliva. Cocínalo con ajo, jengibre o un chorrito de vinagre.

Merienda

Cuadrado de chocolate negro (70% de cacao o más). Comprueba la etiqueta para asegurarte de que no contiene lácteos ni lecitina de soja.

Día 5

Desayuno

Tostadas con crema de untar no láctea y mermelada. La mermelada suele ser segura, sólo hay que comprobar la etiqueta para ver si lleva aditivos.

Almuerzo

Tazón de cuscús de verduras asadas con aliño de aceite de oliva. Utiliza las sobras de principios de semana o asa una mezcla de calabacines, pimientos y tomates.

Cena

Estofado de pollo con patatas y zanahorias. Una acogedora comida de una sola olla. Cueza todo a fuego lento en agua o base de tomate con hierbas. Evite las pastillas de caldo, a menos que no contengan yodo.

Merienda

Peras o manzanas estofadas. Cueza a fuego lento la fruta con canela y un chorrito de agua hasta que esté blanda.

Día 6

Desayuno

Hash browns con champiñones y tomates salteados. Haz hash browns caseros con patata rallada y aceite de oliva. Acompáñalas con champiñones salteados y tomates cherry.

Almuerzo

Ensalada con aguacate, pepino y pollo a la parrilla. Añade aceite de oliva y aliño de limón. Utiliza las sobras de pollo de la cena de principios de semana para ahorrar tiempo.

Cena

Chuleta de cordero con patatas y zanahorias asadas. Sazona el cordero con romero y ajo. Asa las verduras en aceite de oliva y listo.

Merienda

Gelatina o sorbete de fruta casero. Haz la gelatina con zumo de fruta y gelatina (sin lácteos). Los sorbetes de fruta comprados en la tienda también pueden servir, pero comprueba la etiqueta.

Día 7

Desayuno

Avena con arándanos y sirope de arce. Un clásico que se repite. Utiliza arándanos congelados o frescos y evita los copos de avena ya aromatizados.

Almuerzo

Tostadas con tomates en conserva y una guarnición de ensalada. Utiliza tomates en lata naturales, caliéntalos suavemente con ajo y orégano, y viértelos sobre las tostadas. Añade una guarnición de ensalada con aceite de oliva.

Cena

Pollo agridulce con arroz blanco. Utiliza una salsa casera con vinagre, un poco de azúcar, ajo y puré de tomate. Evita las salsas compradas con soja o aditivos.

Merienda

Palitos de zanahoria con hummus casero (sin tahini). Mezcla garbanzos cocidos, aceite de oliva, ajo, zumo de limón y una pizca de sal para preparar un hummus sin tahini.

Semana 2: Mantener el impulso

La primera semana ha terminado. Ya has encontrado tu ritmo, e incluso puede que hayas descubierto algunos nuevos favoritos. Ahora vamos a mantener las cosas frescas sin complicar nada demasiado. Notarás que algunos ingredientes familiares vuelven a aparecer, totalmente intencionado. Ahorra tiempo, reduce el desperdicio y te ayuda a preparar las comidas de forma más inteligente.

Día 8

Desayuno

Rodajas de melón con pan tostado y mermelada. El melón fresco es hidratante y ligero. Acompáñalo con pan tostado (casero o verificado sin yodo) y mermelada de frutas para algo rápido pero satisfactorio.

Almuerzo

Patatas asadas con chile casero (sin lácteos). Utiliza carne picada, tomates picados, cebolla, ajo y alubias aprobadas (no de riñón, lima ni soja). Omite el queso y la nata agria.

Cena

Carne de cerdo a la parrilla con verduras al vapor y cuscús. Sazona la carne de cerdo con pimentón o hierbas secas. Cueza al vapor una mezcla de zanahorias, calabacines y judías verdes. Sírvelo con cuscús esponjoso aliñado con aceite de oliva.

Merienda

Palomitas o chocolate negro. Un tentempié que merece la pena repetir. Palomitas infladas con un toque de sal o un cuadradito de chocolate negro con cacao 70%+.

Día 9

Desayuno

Cereales de arroz con leche de almendras y fresas troceadas. Elige un cereal de arroz inflado normal (sin aditivos), viértelo sobre leche de almendras y cúbrelo con fresas frescas troceadas.

Almuerzo

Ensalada de pollo y arroz con aliño de aceite de oliva. Utiliza restos de pollo y mézclalos con arroz frío, pepino cortado en dados, tomate y un chorrito de aceite de oliva y zumo de limón.

Cena

Curry de ternera y verduras con arroz basmati (sin nata). Hazlo con trozos de ternera, patatas, zanahorias y especias de curry. Evita la leche de coco a menos que estés seguro de que no contiene carragenina.

Merienda

Rodajas de manzana con mantequilla de almendras. Las mismas reglas que la mantequilla de cacahuete: asegúrate de que no tenga sal ni extras.

Día 10

Desayuno

Tostadas con miel y té negro (sin leche). Una combinación clásica. Utilice pan de mesa normal y compruebe la miel para añadir sabor. Disfrútalo con té negro o infusiones, sin lácteos añadidos.

Almuerzo

Wrap de verduras a la plancha. Utiliza calabacín a la plancha, pimiento rojo y hummus en un wrap seguro o en un pan plano casero. Sin queso ni salsas con ingredientes misteriosos.

Cena

Muslo de pollo al horno con zanahorias y calabaza asada. Hornéalo todo en la misma bandeja con aceite de oliva y ajo. Este es acogedor y apto para sobras.

Merienda

Uvas congeladas o fruta compotada. Las uvas son dulces y refrescantes por naturaleza. Si te apetece algo más caliente, guisa manzanas o peras con canela.

Día 11

Desayuno

Matzo normal con mermelada y macedonia. El matzo suele ser inocuo para el yodo, pero hay que comprobar la etiqueta. Añade mermelada y una mezcla sencilla de fruta picada para darle color y fibra.

Almuerzo

Tofu salteado (si está aprobado) con arroz y verduras. Si tu equipo de atención médica te da luz verde para el tofu (algunos dicen que no a la soja), fríelo con brócoli, zanahoria y ajo. Acompáñalo con arroz.

Cena

Risotto casero con calabaza y guisantes. Cuece el arroz arborio lentamente en agua o caldo vegetal (comprueba que los ingredientes sean seguros para el yodo). Añade la calabaza en dados y los guisantes hacia el final.

Merienda

Palomitas o un cuadrado de chocolate negro. Fácil, gratificante y sin complicaciones.

Día 12

Desayuno

Gachas hechas con agua, cubiertas con rodajas de pera, Gachas de nuevo, pero esta vez con pera fresca y madura y quizás un poco de canela para darle sabor.

Almuerzo

Bol de cuscús y pollo a la parrilla con aguacate y tomate. Un bol a tu gusto. Mézclalo con zumo de limón, aceite de oliva y hierbas frescas como perejil o cilantro.

Cena

Estofado de cerdo con colinabo y zanahorias. Una cena sustanciosa en una sola cazuela. Cueza a fuego lento paletilla de cerdo o carne magra de cerdo con tubérculos y especias sencillas como tomillo o pimienta negra.

Merienda

Sorbete o gelatina de mango. Elige sólo opciones a base de fruta, sin lácteos ni colorantes artificiales. Algunos sorbetes de supermercado están bien, pero compruébalo.

Día 13

Desayuno

Tortitas de arroz con mermelada. Elige pasteles de arroz sin sal y cúbrelos con mermelada o confitura. Es sencillo y fácil de llevar.

Almuerzo

Ensalada sin atún con maíz dulce y patata asada. Prepara una ensalada con lechuga, tomate, pepino y maíz dulce en conserva. Acompáñala con una patata asada y crema de untar no láctea.

Cena

Chili hecho con carne picada, alubias aprobadas y arroz. Elija alubias negras o pintas con bajo contenido en yodo. Evite el chile enlatado o los paquetes de especias con aditivos.

Merienda

Palitos de pepino con salsa casera. Mezcla tomate fresco, ajo y limón para preparar una salsa rápida. Sírvela fría con verduras crudas.

Día 14

Desayuno

Tostadas con miel, café solo. Un desayuno sin complicaciones para tu último día LID. Tostadas, un chorrito de miel y un café fuerte sin leche.

Almuerzo

Sopa de verduras casera y pan. Prepara una sopa ligera con calabacín, tomate, patata y hierbas. Prescinde del caldo y dale un toque de sabor fresco con ajo y cebolla.

Cena

Pollo asado con puré de patata (sin mantequilla) y judías verdes. Asa un pollo entero o en trozos con aceite de oliva y hierbas. Haz puré de patatas con leche no láctea y sírvelo con judías verdes al vapor.

Merienda

Pudin a base de soja o bayas frescas. Sólo si está aprobado, un pudin sin lácteos puede ser un buen capricho. De lo contrario, las fresas frescas, los arándanos o el melón hacen muy bien su trabajo.

Dos semanas con una dieta baja en yodo puede parecer un gran cambio, pero con el plan adecuado, es totalmente factible. Si mezclas ingredientes sencillos, los preparas con antelación y haces comidas variadas, te estarás preparando para el éxito sin sacrificar el sabor. Cíñete a lo básico, confía en el proceso y recuerda: es temporal. Tú puedes.

Consejos para mantener el rumbo (sin perder la cabeza)

Esta dieta no es para siempre, pero todos sabemos que dos semanas pueden parecer dos meses cuando intentas seguir unas normas estrictas. ¿El truco? No intentes ser perfecto, sólo sé constante. A continuación te explicamos cómo mantener la cordura mientras sigues tu plan de dieta baja en yodo.

  • Lea todas las etiquetas (incluso las más aburridas): El yodo no aparece en las etiquetas nutricionales, lo que resulta bastante molesto. Pero se esconde en los ingredientes. Fíjate en la sal yodada, la carragenina (de algas marinas), la alginina, los alginatos, el agar y el colorante rojo #3. ¿Si los ve? A la estantería.
  • Cocine en casa siempre que sea posible: No tienes que convertirte en un chef gourmet de la noche a la mañana, pero cuanto más controles tus comidas, menos tendrás que preocuparte por los ingredientes misteriosos. Cocina por lotes cuando puedas y repite comidas sencillas. Un buen salteado o un chili pueden durar un par de días sin pasar de moda.
  • Planifique sus compras como un profesional: Haz una lista de los productos seguros a los que puedes recurrir: leches no lácteas, productos frescos, determinados panes, carnes y condimentos. Saber lo que es seguro te quitará mucho estrés a la hora de ir al supermercado. Consejo extra: ten a mano algunas comidas fáciles para los días en los que no te apetezca cocinar.
  • En caso de duda, opte por los productos frescos: Las frutas frescas, las verduras y las carnes no procesadas son tus mejores amigos ahora mismo. No sólo son seguros, sino que además no dejan lugar a dudas. Los alimentos enlatados, congelados y preenvasados también pueden estar bien, pero comprueba siempre los ingredientes, especialmente con sopas, salsas o cualquier cosa que diga ser "cremosa".
  • Que sea interesante: Un poco de variedad hace mucho. Prueba a cambiar el pollo por pavo, a utilizar diferentes hierbas o mezclas de especias (sin sal yodada) o a cambiar la forma de cocinar las verduras. Asadas, salteadas, guisadas... juega y encuentra lo que más le guste a tu paladar.

Última palabra

Sí, una dieta baja en yodo requiere un esfuerzo. Pero es temporal y tiene un objetivo claro: que tu tratamiento sea lo más eficaz posible.

Con este plan, no tienes que pensártelo demasiado. Tienes opciones. Tienes variedad. Y lo que es más importante, tienes comida que puedes disfrutar sin tener que pensar cada bocado.

Que sea sencillo. Que sea satisfactorio. Lo tienes.

Preguntas frecuentes

1. ¿Hasta qué punto debo ser estricto con la dieta baja en yodo?

Bastante estricto, pero no te asustes por un error. El objetivo es reducir significativamente la ingesta de yodo, no eliminarla por completo. Si accidentalmente comes algo fuera del plan, sigue adelante y vuelve a ello en tu próxima comida.

2. ¿Debo evitar la sal por completo?

No, puede seguir utilizando sal no yodada o sal de mesa normal del Reino Unido (que no suele estar yodada). Evita cualquier sal etiquetada como "yodada", así como la sal rosa del Himalaya o las sales importadas que puedan contener yodo.

3. ¿Qué pasa con los huevos?

Deberás evitar las yemas de huevo, pero las claras de huevo están bien y son una gran fuente de proteínas mientras sigues la dieta.

4. ¿Puedo comer pan o pasta?

Sí, pero con precaución. Muchos panes comerciales utilizan acondicionadores de masa yodados, así que compruebe la lista de ingredientes. Busque marcas caseras o verificadas como seguras. La pasta normal y el arroz suelen ser buenos, siempre que no lleven ingredientes añadidos.

5. ¿Los productos lácteos están totalmente prohibidos?

En general, sí. Los productos lácteos como la leche, el queso, la mantequilla y el yogur tienen un alto contenido en yodo. Algunos planes permiten una cantidad muy pequeña (como 1 onza de leche al día), pero es mejor optar por alternativas no lácteas como la leche de almendras o de avena, sólo tienes que comprobar las etiquetas de los ingredientes ocultos como la carragenina.

6. ¿Puedo comer en restaurantes?

Es arriesgado. La comida de los restaurantes suele contener ingredientes desconocidos, como sal yodada, lácteos o marisco. Si no puedes estar seguro de lo que contiene tu comida, es más seguro comer en casa.