Si te apetece algo dulce, ligero y lleno de sabor tropical, un pastel de coco casero puede ser justo lo que necesitas. Este pastel es suave, húmedo y está repleto de coco en cada bocado sin ser demasiado rico ni pesado. Tanto si vas a hornear para una ocasión especial como si simplemente quieres probar algo nuevo, esta receta es muy sencilla y da muy buenos resultados. Incluso si no hornea a menudo, le resultará fácil de seguir y satisfactoria de hacer. ¿Listo para probarla? Manos a la obra.
Ingredientes
Para la tarta:
- 2½ tazas (310 g) de harina de tarta
- 2 cucharaditas (8 g) de levadura en polvo
- ½ cucharadita de sal
- ¾ taza (170 g) de mantequilla sin sal, ablandada
- 1¾ tazas (350 g) de azúcar granulado
- 5 claras de huevo grandes, a temperatura ambiente
- 1 cucharadita de extracto de coco
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 taza (240 ml) de leche de coco entera en lata
- ½ taza (120 ml) de nata agria
- 1 taza (80 g) de coco rallado azucarado
Para el glaseado:
- ¾ taza (170 g) de mantequilla sin sal, ablandada
- 225 g de queso crema, ablandado
- 4 tazas (480 g) de azúcar en polvo
- 1 cucharadita de extracto de coco
- 1-2 cucharadas de leche de coco (según la consistencia)
- 2 tazas (160 g) de coco rallado azucarado, para decorar

Métodos de cocción
Preparación de la masa
Comience precalentando el horno a 175°C (350°F). Engrasar dos moldes redondos de 9 pulgadas, forrar el fondo con papel de pergamino, engrasar el pergamino y enharinar ligeramente los moldes, eliminando el exceso. En un bol mediano, mezcle la harina para bizcochos, 2 cucharaditas (8 g) de levadura en polvo y la sal. Reservar esta mezcla. En un bol grande, batir la mantequilla ablandada y el azúcar granulado hasta que la mezcla esté ligera y esponjosa, lo que debería llevar unos 3-4 minutos. Añadir poco a poco las claras de huevo, batiendo bien después de cada adición.
A continuación, incorporar los extractos de coco y vainilla. En un bol aparte, mezclar la leche de coco y la nata agria, batiendo hasta obtener una mezcla homogénea. Añadir alternativamente los ingredientes secos y la mezcla de leche de coco a la mezcla de mantequilla, empezando y terminando con los ingredientes secos. Mezclar bien y añadir el coco rallado.
Hornear las capas de la tarta
Repartir la masa uniformemente entre los moldes preparados, alisando la parte superior con una espátula. Hornee durante 25-30 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro salga limpio. Deje enfriar los pasteles en los moldes durante 10 minutos y, a continuación, páselos a una rejilla metálica para que se enfríen por completo.
Preparación del glaseado
Para el glaseado, bata la mantequilla ablandada y el queso crema a velocidad media hasta que quede suave, aproximadamente 1-2 minutos. Añada poco a poco el azúcar en polvo tamizado, 1 taza cada vez, batiendo a velocidad baja hasta que se mezclen, y luego a velocidad media hasta que quede esponjoso, aproximadamente 1 minuto. Mezcle el extracto de coco y 1-2 cucharadas de leche de coco, según sea necesario, para conseguir una consistencia untable.
Montaje de la tarta
Coloque una capa de bizcocho en un plato, con la parte plana hacia arriba, y extienda ¾ de taza de glaseado por encima. Coloque la segunda capa de bizcocho encima, con la parte plana hacia arriba, recortando las partes superiores desiguales si es necesario. Cubra la parte superior y los lados de la tarta con el glaseado restante. Presione el coco rallado sobre los lados y la parte superior de la tarta para decorarla.
Servir y almacenar
Cortar y servir a temperatura ambiente o ligeramente frío. Guarde el pastel en un recipiente hermético en el frigorífico hasta 4 días. Para una conservación más prolongada, congele las capas sin escarchar, envueltas herméticamente en papel de plástico y papel de aluminio, durante un máximo de 2 meses; descongele en el frigorífico antes de escarchar.
Conclusión
Esta receta de tarta de coco es sencilla y práctica. Utiliza ingredientes comunes y pasos sencillos que la mayoría de las cocinas caseras pueden llevar a cabo. El resultado es un bizcocho húmedo, ligeramente dulce y con un claro sabor a coco que no resulta abrumador.
No necesitas conocimientos avanzados de repostería para que te salga bien. Sólo tienes que seguir las instrucciones, medir con cuidado y dejar que se enfríe antes de glasearlo. Si buscas un postre sencillo con resultados consistentes, esta receta es perfecta.