Si te encanta cocinar pero te sientes abrumado cada vez que buscas una receta increíble, no estás solo. Tanto si tus recetas están desperdigadas por libretas, capturas de pantalla o guardadas en aplicaciones aleatorias, es hora de organizarse. ¿Y la buena noticia? No tiene por qué ser complicado. Vamos a repasar algunas formas sencillas y prácticas de mantener tus recetas en un solo lugar y hacer que la planificación de las comidas sea mucho menos estresante.
Empiece por reunirlo todo
Antes de organizarte, tienes que ver con qué estás trabajando. Eso significa reunir todas las recetas que tengas de todos los rincones de tu vida. Las recetas suelen esconderse en los lugares más insospechados, así que sé minucioso en este paso. Haz que tu misión sea localizar todas y cada una de ellas, por pequeñas o aleatorias que sean. Esto incluye:
- Libros de cocina: Sácalos de las estanterías, de la encimera de la cocina o de la mesilla de noche y apílalos todos en un mismo lugar.
- Recortes de revistas: Busque en revistas viejas, carpetas de recetas o páginas recortadas metidas en otros libros.
- Recetas impresas en línea: A menudo acaban en los cajones de la cocina, en carpetas o enganchados a la nevera.
- Tarjetas de recetas y regalos de mano: Recetas familiares, fichas e instrucciones manuscritas transmitidas a lo largo de los años.
- Capturas de pantalla e imágenes guardadas en tu teléfono: Busca en tu galería de fotos las recetas que capturaste durante un viaje o en casa de un amigo.
- Recetas digitales marcadas o guardadas en sitios web o aplicaciones: Revisa tus marcadores, tableros de Pinterest, publicaciones de Instagram guardadas y todo lo que tengas almacenado en aplicaciones como Evernote, Notas o gestores de recetas.
Cuando lo recojas todo, no intentes clasificarlo todavía. Sólo reúne. Cuando lo tengas todo, extiéndelo sobre una superficie grande, como la cocina o la mesa del comedor. A continuación, agrupa las recetas por formato: todas las impresiones en un montón, las tarjetas escritas a mano en otro, las capturas de pantalla digitales en su propia categoría, etcétera. Esto te ayudará a visualizar el tamaño y el alcance de tu colección y te preparará para pasar a la fase de clasificación. Al principio puede parecer caótico, pero eso forma parte del proceso.
Tenerlo todo delante es el primer paso real hacia la claridad y el control.
Declutar sin piedad
Una vez que veas el panorama completo, es hora de acabar con el desorden. La mayoría de la gente tiene muchas más recetas de las que va a utilizar. Sé sincero contigo mismo. ¿Has hecho alguna vez esta receta? ¿Los ingredientes son accesibles y asequibles? ¿Se adapta a tu estilo de vida actual o a tus necesidades dietéticas? ¿La has probado antes y no te ha encantado?
Ordena tus recetas por categorías a medida que avanzas. Esto hace que el proceso de limpieza sea más intencionado y te ayuda a construir un mejor sistema desde el principio. Aquí tienes cuatro categorías útiles que pueden guiar tu clasificación:
- Favoritos de la familia: Estas son las recetas a las que vuelves una y otra vez. Han sido probadas, testadas y adoradas en su casa. A menudo están salpicadas de salsa o tienen las esquinas arrugadas por el uso.
- Quieres probarlo: Recetas que aún despiertan tu interés pero que todavía no has tenido la oportunidad de hacer. Échales un vistazo y asegúrate de que siguen siendo realistas en cuanto a ingredientes, nivel de habilidad y tiempo necesario. Quédate sólo con las que te entusiasmen de verdad.
- Reliquias manuscritas: Se trata de recetas sentimentales transmitidas por familiares o escritas con letra familiar. Puede que no todas estén en rotación, pero tienen un valor emocional y merecen ser guardadas o expuestas de forma especial.
- Ya no me interesa: Sé sincero contigo mismo. Si has estado guardando una receta que ya no te atrae o una que no te salió bien cuando la probaste, no pasa nada por dejarla ir. Recíclala o bórrala sin sentirte culpable.
Este paso puede llevar algún tiempo, pero sienta las bases de un sistema que funciona. No se trata solo de deshacerte de cosas, sino de convertir tu colección en algo realmente útil, inspirador y manejable.

Elija el formato adecuado para usted
No existe un método único. El mejor sistema es el que vaya a utilizar realmente. Si prefieres un enfoque práctico, considera un sistema basado en papel. Utiliza una carpeta con separadores para categorías como aves, pasta o postres. Mete las recetas en fundas de plástico para protegerlas y deja espacio para notas escritas a mano. Este sistema funciona muy bien si ya tienes un montón de impresiones o fichas manuscritas que no quieres digitalizar.

Si eres más digital, hemos creado ReciMe para ser la herramienta que siempre deseamos tener cuando se trata de organizar recetas. La hemos creado para resolver el problema exacto al que te enfrentas: recetas dispersas, favoritos olvidados y una planificación de comidas que resulta más difícil de lo que debería. Con ReciMe, puedes guardar fácilmente recetas de toda la web o de tus redes sociales, e incluso subir capturas de pantalla. Se convierte en tu hogar de recetas todo en uno.
Lo que hace diferente a ReciMe es lo mucho que hemos pensado en la experiencia de cocinar todos los días. Desde listas de la compra que se organizan por pasillos hasta un planificador de comidas que te mantiene al día durante la semana, todas las funciones están ahí para que vuelvas a disfrutar cocinando. Queríamos que fuera potente pero también sencilla, algo que pudieras empezar a usar de inmediato sin sentirte abrumado.
Puedes empezar a utilizar ReciMe de forma gratuita y almacenar hasta ocho recetas. Si necesitas más espacio, nuestra versión premium te ofrece acceso ilimitado y aún más herramientas sin complicar demasiado el proceso. Tanto si eres un cocinero novato como alguien con miles de comidas guardadas, hemos creado ReciMe para que crezca contigo. La aplicación está disponible en iOS y como Extensión de Chromecon Android apoyo en las obras.
Estamos orgullosos de lo que hemos construido, y lo usamos todos los días. Si estás listo para tener por fin tus recetas bajo control, ReciMe puede ayudarte a conseguirlo. No es una aplicación más, es tu asistente personal de cocina, diseñada por personas a las que les encanta cocinar (y entienden el caos).
Pruébelo, le encantará:


Crear un sistema de recetas personalizado
En lugar de limitarte a ordenar los platos por tipo, piensa en tu forma natural de cocinar. Tu sistema debe reflejar tu forma de pensar sobre las comidas, lo que más te importa en la cocina y cómo planificas la semana.
Ordenar recetas por estilo de cocina o necesidad
Puede que pienses en función del tiempo de que dispongas, por ejemplo, necesitando comidas rápidas de 30 minutos durante la semana o utilizando recetas de olla de cocción lenta cuando tienes la agenda repleta. O tal vez tus comidas dependen de la ocasión, ya sea una cena normal entre semana, una celebración festiva o algo para llevar a una reunión. Algunas personas se organizan según sus preferencias dietéticas, por ejemplo, sin gluten, vegetarianas o ricas en proteínas. Otros siguen las estaciones, rotando las comidas en función de la época del año. Este tipo de clasificación se ajusta a la cocina de la vida real y facilita la selección de recetas que se adaptan a tu día a día.
Cree una sección "Por probar" que funcione
También ayuda tener un área designada para las recetas que aún no has probado. Puede ser una sección específica de tu carpeta o una carpeta de tu aplicación de recetas. Elige una receta nueva cada semana para probarla. Después de hacerla, decide si merece un lugar en tu colección principal. Si no es así, no dudes en eliminarla. Así mantendrás tus recetas al día y evitarás que se acumulen ideas que nunca llegan al plato.
Conservar las recetas familiares
No pase por alto el valor de las recetas familiares. Una tarjeta manuscrita de un abuelo o un plato navideño transmitido de generación en generación tienen un valor emocional que va más allá de los ingredientes. Escanea estos tesoros para guardarlos y guarda los originales en una carpeta con fundas protectoras. También puedes enmarcar algunos y colgarlos en tu cocina. Es una forma significativa de combinar memoria y funcionalidad.
Ordenar libros de cocina y revistas
Haz lo mismo con tu colección de libros de cocina y revistas. Si un libro de cocina sólo contiene una receta que utilizas alguna vez, copia esa página y dáselo a otra persona. Las revistas son aún más fáciles de editar: arranca lo que realmente vayas a hacer y recicla el resto. Así liberarás espacio y centrarás tu atención en lo que más te gusta y utilizas.
Guarde las recetas donde las utilice
Mantén tus recetas cerca de donde planeas y preparas las comidas. Una carpeta de recetas debe estar cerca de la zona de preparación, y la tableta o el teléfono deben tener un lugar seguro y libre de derrames en la encimera. Si sueles planificar las comidas en tu escritorio o en la oficina de tu casa, ahí es donde deben estar tus carpetas digitales o tus colecciones impresas. La comodidad facilita el cumplimiento del sistema.
Haga del mantenimiento un hábito
La organización de las recetas no es un proyecto de una sola vez. Crea pequeños hábitos para que tu sistema siga funcionando. Revisa una vez al mes la sección "Para probar", elimina los experimentos fallidos y anota consejos sobre nuevos platos favoritos. Haz una renovación estacional para eliminar lo que ya no es relevante. Con un poco de atención a lo largo del tiempo, tu sistema seguirá siendo útil sin necesidad de grandes revisiones.
El mantenimiento es la última pieza del rompecabezas. La organización no es algo que se hace una vez y se olvida. Acostúmbrate a revisar mensualmente la sección de recetas pendientes, a desechar las que no funcionen y a anotar notas útiles sobre las que te gusten. Cada temporada, más o menos, haz una limpieza rápida para mantener las cosas manejables. Una vez puesto en marcha el sistema, sólo hay que prestarle un poco de atención para que funcione sin problemas y con eficacia.
Etiqueta claramente las categorías, ya sea en una carpeta o en un sistema digital. Utiliza protectores de páginas para evitar derrames en la cocina. Recorta las recetas de la semana en tu plan de comidas para tenerlas a mano a la hora de cocinar. Si te sirve de ayuda, clasifícalas por colores según el ingrediente principal o la ocasión. Pequeños detalles como estos pueden marcar una gran diferencia.
Consejos adicionales
- Utiliza etiquetas adhesivas o washi tape para marcar las recetas que utilices con más frecuencia en un libro o carpeta de cocina y poder consultarlas rápidamente.
- Si vas a digitalizar, crea etiquetas o carpetas para las búsquedas de recetas más habituales, como "cenas entre semana" o "comidas para congelar".
- Lleva una lista de la compra en el mismo lugar donde guardas las recetas. Así, cuando te llegue la inspiración, podrás empezar a planificar inmediatamente.
- Haga copias de seguridad de su colección digital, especialmente si ha escaneado o fotografiado recetas familiares.
- Si utilizas ReciMe u otra aplicación, asegúrate de que se sincroniza con la nube u ofrece opciones de exportación para proteger tu biblioteca de recetas.
- Involucre a la familia. Pídeles que voten sus comidas favoritas o que prueben juntos nuevas recetas. Esto convierte la organización en una experiencia compartida y ayuda a mantener tu sistema divertido y funcional.
Reflexiones finales
La organización de tus recetas no tiene por qué ser elegante ni perfecta. Lo que importa es que tu sistema te facilite encontrar lo que necesitas y te anime a cocinar más a menudo. Empieza con algo sencillo, sé realista y crea algo que se adapte a tu estilo de vida. Tanto si se trata de una carpeta bien guardada como de una aplicación que te acompañe allá donde vayas, el sistema adecuado puede eliminar el estrés de las cenas y devolverte la alegría de cocinar.
¿Listo para empezar? Coge tus recetas y da el primer paso. Ya lo tienes.
Preguntas frecuentes
¿Cómo empiezo a organizar mis recetas si estoy completamente abrumado?
Empieza por reunirlo todo en un mismo lugar sin intentar organizarlo todavía. Extiéndelo todo para que puedas ver todo lo que tienes. A partir de ahí, concéntrate en clasificarlo en dos montones: guardar y tirar. A medida que vayas avanzando, irás cogiendo impulso.
¿Cómo debo organizar las recetas que aún no he probado?
Crea una sección "Por probar" en tu carpeta o sistema digital. Limita el número de recetas que guardas allí y comprométete a probar al menos una nueva cada semana. Si te gusta, pásala a tu colección principal. Si no, bórrala o tírala.
¿Qué hago con las recetas sentimentales que no cocino pero quiero conservar?
Escanéalos y archívalos digitalmente para conservar la letra manuscrita o el papel original. Guarda los originales en fundas protectoras o enmarca algunos como decoración en tu cocina.
¿Puedo combinar la organización de recetas en papel y digital?
Por supuesto. Muchas personas guardan sus recetas familiares e impresiones favoritas en una carpeta y utilizan una aplicación como ReciMe para todo lo demás. Solo tienes que asegurarte de que tu sistema es coherente y de que sabes dónde buscar cuando necesitas algo.
¿Con qué frecuencia debo revisar mi colección de recetas?
Cada tres o seis meses es una buena regla. Elimine las recetas que ya no utilice y actualice la sección "Por probar". Una revisión estacional mantiene tu sistema actualizado y te ayuda a evitar el desorden.