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Cómo guardar y organizar viejas recetas familiares para que no se pierdan

La tarta de manzana de la abuela, el chili secreto del tío Joe, las tarjetas manuscritas manchadas de salsa y las recetas familiares de toda la vida guardan recuerdos que van mucho más allá de la propia comida. Pero el papel se destiñe, la gente se muda y los viejos libros de cocina acaban guardados. Si alguna vez le ha preocupado perder esos platos especiales, hay formas sencillas de asegurarse de que se mantienen a salvo y son fáciles de compartir.

El corazón detrás de cada receta

La receta manuscrita manchada de mantequilla. La nota garabateada que dice "usa menos azúcar" en la cursiva serpenteante de tu abuela. La forma en que tu padre nunca medía, sólo sabía de memoria. No son sólo instrucciones para la cena, son trozos de la historia de tu familia.

Pero con el tiempo, las tarjetas se extravían, los cuadernos se deshacen y algunas de las mejores recetas nunca se escribieron. Si alguna vez te ha preocupado perder esos sabores familiares y los recuerdos que los acompañan, ahora es el momento de conservarlos de una forma que sea fácil de transmitir, volver a visitar y compartir.

Guarde las recetas familiares en un solo lugar, sin perderlas

En ReciMeCreemos que conservar las viejas recetas familiares debe ser sencillo, accesible y significativo, tanto si proceden de un blog gastronómico, de un TikTok viral o de una tarjeta manchada de mantequilla que ha pasado de generación en generación.

Nuestra aplicación te permite guardar recetas de cualquier sitio en el que las encuentres: Instagram, TikTok, Pinterest, Facebook y YouTube. También puedes subir capturas de pantalla o incluso fotos de las recetas, para que las notas de la abuela no acaben perdidas en un cajón o descoloridas hasta resultar irreconocibles.

ReciMe te ayuda a organizar tus recetas en un solo lugar con libros de cocina personalizables y las convierte en una lista de la compra ordenada por pasillo de supermercado, con actualizaciones sencillas para nuevas recetas o raciones. ¿Quieres planificar las comidas de la semana? Sólo tienes que consultar tus platos guardados y añadirlos a tu planificador de comidas integrado, sin necesidad de hojas de cálculo ni listas manuales.

Actualmente estamos disponibles en iOS y un Extensión de Chrome para guardar recetas fácilmente desde el escritorio. Los usuarios de Android pueden unirse a nuestra lista de espera para obtener acceso anticipado en cuanto se lance la aplicación en Google Play.

Tanto si estás digitalizando generaciones de comidas familiares como organizando tus recetas favoritas de todo Internet, ReciMe te ayuda a guardarlas todas de forma clara, segura y fácil de transmitir.

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Grabe en vídeo el proceso de cocción

Algunas de las mejores recetas familiares nunca se escribieron. Una pizca de esto, un puñado de aquello, hechas de memoria, sin medidas. Si te suena familiar, grabar una sesión de cocina en vídeo puede ser una de las formas más eficaces de conservar una receta tal y como se hace.

No necesitas un equipo sofisticado, sólo tu teléfono. Instálalo mientras un familiar cocina y capta desde la forma en que corta una cebolla hasta la manera en que explica por qué siempre añade "sólo un chorrito más". Más tarde, puedes volver a ver el vídeo para anotar la receta paso a paso, o simplemente conservar el vídeo como recuerdo familiar.

Este método es especialmente útil para las recetas transmitidas por instinto más que por instrucciones. Y más allá de la comida, guardas una voz, una risa, una forma de moverse en la cocina que ninguna receta escrita podría captar jamás.

Combinar recetas con historias y fotos familiares

Las recetas familiares no sólo tratan de comida, sino también de personas, lugares y momentos. Combinar recetas con historias y fotos convierte una simple colección de platos en un auténtico recuerdo familiar. He aquí algunas formas significativas de hacerlo:

  • Añade un recuerdo junto a cada receta: Escribe una breve nota sobre su procedencia, quién lo hacía o un momento divertido que haya sucedido alrededor de la mesa.
  • Incluye fotos antiguas: Escanea y coloca fotos familiares junto a las recetas, como una instantánea de tu abuelo asando a la parrilla o de tu tía extendiendo la masa en la encimera de la cocina.
  • Utiliza la escritura a mano siempre que puedas: Si tiene la versión original escrita a mano, incluya una foto o escaneada junto a la receta mecanografiada.
  • Crear temas: Agrupa las recetas por vacaciones, miembros de la familia o décadas, como "Cenas de domingo en casa de mamá" o "La mesa de Navidad de la abuela".
  • Deja que otros contribuyan: Pide a tus hermanos, primos o padres que compartan sus recuerdos sobre un plato. Unas pocas líneas de diferentes personas pueden dar vida a una receta de nuevas maneras.

Cuando las recetas van acompañadas de historias y rostros, se convierten en algo más que instrucciones: se convierten en historia familiar que puedes tener en tus manos.

Imprima recetas en recuerdos (toallas, platos, cuadros)

Convertir las recetas escritas a mano en recuerdos físicos es una bonita forma de conservarlas y verlas todos los días. Estas piezas también pueden ser un buen regalo para los miembros de la familia que aprecian las mismas comidas y recuerdos.

  • Paños de cocina: Escanea o fotografía una receta escrita a mano e imprímela en un paño de cocina. Es práctico, fácil de exponer y lleno de significado.
  • Platos y utensilios para hornear: Algunos artistas de plataformas como Etsy pueden replicar la letra original en platos para tartas, platos de cerámica o tablas de cortar, perfectos para hacer regalos de recuerdo.
  • Arte mural enmarcado: Una receta escrita de puño y letra por un ser querido puede convertirse en arte minimalista o en una impresión de estilo vintage, enmarcada y colgada en la cocina o el comedor.
  • Letreros o grabados de madera: Para dar un toque rústico, unas tablas de madera grabadas con una receta familiar pueden servir de decoración y recuerdo a la vez.

Estos recuerdos conservan algo más que los ingredientes; capturan la forma en que un miembro de la familia escribía, las palabras que utilizaba y la comida que le gustaba preparar.

Día de las recetas en familia

Reunir a sus seres queridos para cocinar, comer y compartir historias es una de las formas más significativas de conservar las recetas familiares. Un Día de las Recetas Familiares no consiste solo en la comida, sino en capturar a las personas, el proceso y las tradiciones que hay detrás de cada plato.

1. Elija las recetas que desea destacar

Elige algunas recetas familiares muy queridas, que traigan recuerdos, historias divertidas o una técnica especial. Pide a distintos miembros de la familia que traigan sus platos favoritos o los que les han transmitido. Puede ser cualquier cosa, desde el estofado del abuelo hasta las galletas navideñas de un primo.

2. Cocinar juntos y documentarlo todo

Mientras cocinas, haz fotos y vídeos. Capta los pequeños detalles, como las verduras picadas, la salsa burbujeante o la forma en que tu tía explica cómo "saber cuándo está hecho". Si hay parientes mayores, pídeles que expliquen los pasos a seguir ante la cámara. Estos momentos sinceros suelen convertirse en los recuerdos más preciados.

3. Compartir historias en torno a la mesa

Durante la comida, invita a todos a compartir lo que la receta significa para ellos. ¿De dónde procede? ¿Quién se la enseñó? ¿Han cambiado algo a lo largo de los años? Graba estas conversaciones o toma notas para conservarlas junto a las recetas más adelante.

4. Conviértalo en una tradición

No hace falta esperar a las vacaciones. Un Día de las Recetas en Familia puede convertirse en una nueva tradición una vez al año o incluso cada temporada. Con el tiempo, crearás un archivo vivo de recetas, voces y recuerdos de la cocina que crecerá con cada reunión.

Traducir y modernizar recetas antiguas

Las recetas familiares suelen venir con su propio lenguaje, una mezcla de dialectos, medidas anticuadas o instrucciones vagas como "cocer hasta que esté hecho". Aunque ese encanto forma parte de su magia, también puede hacer que sean difíciles de seguir, sobre todo para las generaciones más jóvenes o para quienes se inician en la cocina.

Convertir medidas y términos

Muchas recetas antiguas utilizan unidades no estándar como "una taza de té", "una nuez de mantequilla" o "dos dedos de agua". Modernizarlas significa traducirlas a medidas exactas (tazas, gramos, mililitros) para que cualquiera pueda recrear el plato. También puede ser necesario aclarar pasos como "utilizar un horno moderado" o "hervir fuerte", que ya no coinciden con la forma en que hablamos de temperatura o tiempo.

Traducir a otros idiomas

Si sus recetas familiares están escritas en otro idioma, ya sea italiano, polaco, chino o árabe, traducirlas ayuda a los demás miembros de su familia a entenderlas y utilizarlas. Pero tenga cuidado de no perder detalles culturales ni el contexto. Siempre que sea posible, guarda las dos versiones una junto a la otra para preservar la autenticidad y la accesibilidad.

Adaptarse a los ingredientes y dietas modernos

Algunos ingredientes de recetas antiguas pueden ser difíciles de encontrar o estar caducados (por ejemplo, la manteca de cerdo, el sebo o las bases de sopa enlatadas). Puedes sustituirlos por equivalentes modernos manteniendo la esencia del plato. También puedes actualizar las recetas para adaptarlas a las necesidades dietéticas, por ejemplo, ofreciendo una versión sin gluten de la tarta de la abuela o una versión vegetal del chili de papá.

Traducir y modernizar no significa cambiar lo que hacía especial a la receta, sino asegurarse de que pueda seguir cocinándose, disfrutándose y transmitiéndose sin confusión. Es una forma de mantener vivos el sabor y el corazón de un pescado en las cocinas actuales.

Conclusión

Las viejas recetas familiares son algo más que instrucciones: forman parte de lo que somos. Contienen historias, tradiciones y momentos que marcaron nuestras vidas, a menudo de forma silenciosa y familiar. Conservarlas significa proteger una parte de esa historia, no sólo para nosotros, sino para las generaciones venideras.

No hay una única forma correcta de hacerlo. Ya sea escribiendo, grabando, compartiendo o celebrando, el objetivo es el mismo: mantener vivos esos sabores, recuerdos y conexiones. Incluso el esfuerzo más pequeño, guardar una receta o contar una historia, puede marcar una diferencia duradera.

PREGUNTAS FRECUENTES

1. ¿Cuál es la mejor manera de conservar las recetas familiares escritas a mano?

Escanee o fotografíe las tarjetas originales y guárdelas digitalmente. Esto ayuda a protegerlas de la decoloración, los daños o la pérdida con el paso del tiempo.

2. ¿Cómo puedo guardar recetas que nunca se escribieron?

Graba a un miembro de la familia mientras cocina y explica los pasos. El vídeo no solo capta el método, sino también la voz, la personalidad y la técnica.

3. ¿Cómo reúno recetas de distintos miembros de la familia?

Crea un documento compartido, una carpeta o un libro físico donde todos puedan contribuir. Incluye no solo recetas, sino también recuerdos, notas y fotos.

4. ¿Debo actualizar las recetas más antiguas para adaptarlas a ingredientes o dietas modernos?

Sí, cuando sea apropiado. Cambia ingredientes difíciles de encontrar o pasados de moda, o adáptalos a preferencias como vegetariano, sin gluten o sin lácteos, pero conservando la esencia del plato.

5. ¿Cómo puedo hacer que la conservación de recetas forme parte de la vida familiar?

Conviértalo en una tradición, como un día anual de la cocina, un intercambio de recetas o el regalo de recuerdos personalizados de recetas. Estos pequeños rituales ayudan a transmitir recetas con significado.