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Receta fácil de bistec suizo para una cena reconfortante

El bistec suizo puede sonar elegante, pero en realidad es una comida acogedora, de la vieja escuela, llena de sabor y comodidad. Esta receta toma duros cortes de carne de vacuno y los convierte en tiernos bocados cocinados a fuego lento en una rica y sabrosa salsa de tomate. Es un plato que trae recuerdos de cenas caseras y es sorprendentemente fácil de hacer. Tanto si está cocinando para su familia como si le apetece algo contundente y satisfactorio, esta receta de filete suizo es perfecta. ¿Quiere saber el secreto? Se trata de cocinar a fuego lento y con ingredientes sencillos.

Ingredientes

  • 2 libras de filete de ternera redondo o en cubos
  • Sal y pimienta al gusto
  • ¼ taza (~30 g) de harina común para rebozar + 1-2 cucharadas (~8-16 g) para la salsa
  • 2 cucharadas de aceite vegetal
  • 1 cebolla picada
  • 2 tallos de apio picados
  • 2 zanahorias en rodajas
  • 2 dientes de ajo picados
  • 1 lata (28 onzas/~794 g) de tomates cortados en dados
  • 1 taza de caldo de carne
  • 1 cucharada de salsa Worcestershire

Métodos de cocción

Preparación de la carne

Comience seleccionando 2 libras de bistec redondo o bistec en cubos. Si utiliza filete redondo, córtelo en 4-6 porciones iguales (de unas 8 onzas cada una). Coloque cada trozo entre envoltorios de plástico y golpéelo con un mazo para carne hasta que tenga un grosor de ½ pulgada para ablandarlo, un proceso conocido como "swissing". Sazone la carne con sal y pimienta y, a continuación, rebócela en ¼ de taza (unos 30 g) de harina común para crear una capa ligera que ayude a dorarla. Reservar 1-2 cucharadas (~8-16 g) de harina para espesar la salsa más tarde.

Saltear el filete

En una sartén grande u horno holandés, calentar 2 cucharadas de aceite vegetal a fuego medio-alto hasta que brille. Añada los filetes enharinados por tandas, si es necesario, para evitar que se amontonen en la sartén. Saltear cada lado durante 3 a 4 minutos hasta que se forme una costra dorada, realzando el sabor a través de la reacción de Maillard y sellando los jugos. Retire los filetes de la sartén y resérvelos.

Crear la salsa

En la misma sartén, añadir las cebollas, el apio y las zanahorias picados. Saltear a fuego medio hasta que se ablanden, unos 5 minutos. Añadir el ajo picado y cocinar durante 1 minuto hasta que esté fragante. Espolvorear las 1-2 cucharadas (~8-16 g) de harina reservadas y remover durante 30 segundos para eliminar el sabor a harina cruda. 

Desglasar la sartén añadiendo caldo de carne, raspando los trozos dorados del fondo para añadir profundidad a la salsa. Añada 1 lata (28 onzas/~794 g) de tomates cortados en dados, la salsa Worcestershire, ½ cucharadita de orégano seco y ½ cucharadita de tomillo seco.

Estofar el filete

Vuelva a poner los filetes en la sartén, sumergiéndolos en la salsa y asegurándose de que queden casi sumergidos para que se cocinen por igual. Cubrir con una tapa hermética y reducir el fuego a bajo, cocinando a fuego lento durante 1½ a 2 horas hasta que estén tiernos al pincharlos con un tenedor. 

También se puede meter la sartén tapada (o una cazuela) en el horno a 165°C (325°F) y hornear de 1½ a 2 horas, o utilizar una olla de cocción lenta a fuego lento durante 7-8 horas o a fuego fuerte durante 4 horas. Compruebe de vez en cuando que la salsa no se reduce demasiado, añadiendo un chorrito de caldo si es necesario.

Sugerencias para servir

Cuando el filete esté tierno, estará listo para servir. Vierta la salsa y las verduras sobre el filete y un acompañamiento como puré de patatas, arroz o fideos de huevo, y sírvalo caliente. Guarde las sobras en un recipiente hermético en el frigorífico durante 3-4 días o congélelas hasta 3 meses. Volver a calentar en una sartén a fuego medio-bajo con un chorrito de caldo, removiendo de vez en cuando, hasta que esté bien caliente (10-12 minutos).

Conclusión

El filete suizo es una de esas comidas clásicas que parecen hechas en casa. Es sencillo, sustancioso y lleno de sabor, y lo mejor es que no se necesitan ingredientes extravagantes ni habilidades especiales para prepararlo. Basta con algunos productos básicos de la despensa, un poco de tiempo y una cocción a fuego lento para conseguir un plato tierno y reconfortante.

Tanto si es la primera vez que la pruebas como si la recuperas de la mesa de tu infancia, esta receta es una opción sólida para cualquier noche en la que quieras algo contundente y satisfactorio. Sírvelo con puré de patatas o fideos, vierte la rica salsa de tomate por encima y disfruta de una comida caliente y sin complicaciones que seguro que se te quedará grabada.