Los solomillos de pollo están muy infravalorados. Se cocinan rápido, son super tiernos (obviamente) y son básicamente lienzos en blanco para el sabor. Tanto si quieres tener la cena en la mesa en 20 minutos como si sólo quieres aprovechar ese paquete de filetes que tienes en la nevera, tienes muchas más opciones que empanar y freír. Hablamos de salteados salseados, pastas cremosas, maravillas que se hacen en una sola sartén y envoltorios que querrás volver a comer mañana. Esta lista contiene recetas de la vida real que realmente harás, sin adobos de cinco horas ni técnicas quisquillosas, sólo buena comida, rápida. ¿Preparado para darles a esos filetes el amor que se merecen? Manos a la obra.
Y si eres como nosotros, probablemente te has encontrado rebuscando entre capturas de pantalla o pestañas marcadas intentando encontrar esa receta de pollo que juraste que harías, o incluso una gran idea de solomillo de pollo que viste hace semanas. Por eso hemos creado ReciMe: para ofrecer a los cocineros caseros una forma más inteligente y sencilla de guardar y organizar las recetas que realmente quieren cocinar. Con sólo un par de toques, puede guardar cualquiera de estos platos de solomillo directamente en su aplicación ReciMe, convertirlos instantáneamente en una lista de la compra, y soltarlos en su plan de comidas para la semana. Lo hemos diseñado para que puedas pasar de "¿Qué puedo hacer con solomillos de pollo?" a "La cena está lista" sin el caos de las recetas perdidas o el estrés de las compras de última hora. Sólo comidas de verdad, sencillas.



1. Pasta cremosa con pollo a la toscana (apta para la semana)
Este plato lleva escrito "comodidad" por todas partes. Salsa cremosa, buen ajo, un toque de tomate seco... y todo en el tiempo que se tarda en hervir la pasta. Sí, de verdad.
Qué necesitarás:
- Solomillos de pollo (unos 500 g o 1 lb)
- Aceite de oliva
- 3 dientes de ajo picados
- 1 taza de nata espesada ligera (o entera si te apetece)
- ½ taza de tomates secos, picados en trozos grandes
- Un puñado de espinacas tiernas
- Hojas de salvia fresca (o una pizca de salvia seca)
- Sal y pimienta
- Pasta de su elección (linguine o fettuccine funcionan de maravilla)
- Parmesano rallado
- Medio limón, exprimido
Cómo conseguirlo:
- Empiece sazonando el pollo con sal, pimienta y una pizca de salvia seca si la utiliza. Caliente un poco de aceite de oliva en una sartén grande y cocine los solomillos hasta que estén dorados y bien hechos. Normalmente se tarda de 3 a 4 minutos por cada lado. Resérvelos en un plato.
- En la misma sartén, añade un poco más de aceite si es necesario y echa el ajo. Deja que chisporrotee durante 30 segundos (no dejes que se queme), vierte la nata e incorpora los tomates secos.
- Dejar cocer la salsa a fuego lento unos minutos hasta que espese ligeramente. Añade las espinacas y cocina hasta que se marchiten.
- Vuelva a poner el pollo en la sartén, añada un chorrito de zumo de limón y remuévalo todo suavemente.
- Mientras tanto, cuece la pasta hasta que esté al dente. Escúrrala y mézclela directamente con la salsa. Espolvorea con parmesano rallado y mezcla por última vez.
Por qué funciona: Es acogedora pero no pesada, rápida pero sigue siendo una delicia. La salvia y el limón cortan la riqueza lo suficiente, y los solomillos absorben la salsa como si estuvieran hechos para ella.
2. Bandeja de Fajitas de Pollo al Horno (Poco Esfuerzo, Mucho Sabor)
Si tu energía entre semana es "ponlo en una bandeja y olvídate", esto es para ti. Solomillos de pollo + verduras de colores + mezcla de especias = cena sin drama.
Qué necesitarás:
- Solomillos de pollo (unos 500 g)
- 1 pimiento rojo en rodajas
- 1 pimiento verde en rodajas
- 1 cebolla roja en rodajas
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharadita de pimentón ahumado
- ½ cucharadita de comino
- ½ cucharadita de ajo en polvo
- Una pizca de chile en polvo (opcional, pero recomendable)
- Sal y pimienta
- Tortillas, crema agria, guacamole, salsa - lo que más te guste
El plan de juego:
- Precalienta el horno a 200°C (unos 400°F). Forra una bandeja grande con papel de horno o papel de aluminio.
- Mezcla el pollo y las verduras en la bandeja. Rocía con aceite de oliva y espolvorea las especias, la sal y la pimienta.
- Utiliza las manos (o una cuchara grande si no te va el desorden) para mezclarlo todo hasta que quede bien cubierto.
- Extiéndelas uniformemente y ásalas durante unos 25 minutos, dándoles la vuelta a mitad de camino. Es importante que los bordes de las verduras queden un poco chamuscados, ahí es donde reside el sabor.
- Sírvelo directamente de la bandeja con tortillas calientes y tus ingredientes favoritos. No te juzgaremos si pones mucho queso.
Por qué te encantará: Tiene ese aire de fajita chisporroteante sin que salte la alarma de humo. Todo se asa junto, lo que significa menos platos y más tiempo para enfriar mientras se cocina. Además, es ideal para las sobras - simplemente envuélvelo o échalo sobre la ensalada.
3. Pollo picante Nashville (crujiente, picante, adictivo)
Esta es una de esas comidas en las que necesitarás una servilleta en una mano y una bebida fría en la otra. Los solomillos de pollo picantes de Nashville traen el calor, pero hacerlos en la freidora de aire mantiene las cosas rápidas y no demasiado sucias. Es picante, crujiente y, sinceramente, un poco flex.
Qué necesitarás:
- Solomillos de pollo (unos 500 g)
- 1 taza de suero de leche (o leche normal con un chorrito de limón, si improvisas)
- 1 taza de harina común
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 1 cucharadita de pimentón ahumado
- Sal y pimienta
- Spray de cocina o un chorrito de aceite
Para el recubrimiento en caliente:
- 2 cucharadas de mantequilla derretida
- 1 cucharada de cayena (ajustar al gusto)
- 1 cucharada de azúcar moreno
- ½ cucharadita de pimentón
- Una pizca de ajo en polvo
Cómo hacerlo:
- Deja marinar el pollo en el suero de leche durante al menos 30 minutos si tienes tiempo. Incluso 15 minutos ayudan. Esto los mantiene jugosos y añade un poco de sabor.
- En un cuenco poco profundo, mezcle la harina, el ajo en polvo, el pimentón, la sal y la pimienta.
- Sacar el pollo de la marinada, rebozarlo en la mezcla de harina y sacudirlo ligeramente para eliminar el exceso.
- Rocíe la cesta de la freidora o úntela con aceite. Coloca los filetes en una sola capa (puede que tengas que cocinarlos por tandas) y fríelos a 200°C durante 10-12 minutos, dándoles la vuelta a mitad de camino, hasta que estén dorados y crujientes.
- Mientras se cuece el pollo, mezcle los ingredientes del rebozado caliente en un bol pequeño.
- Una vez hechos los filetes, úntalos con la salsa caliente de mantequilla mientras aún están calientes.
Sírvelo con: Pan blanco y pepinillos, o simplemente mojarlo en un poco de rancho y llamarlo un día.
Por qué merece la pena: Esta receta da en el clavo entre lo picante y lo apetecible. Parece comida rápida, pero la has hecho tú mismo... y eso siempre sabe mejor.

4. Pollo al pesto cremoso y ñoquis en una sartén (comida reconfortante sin complicaciones)
Una sartén. Quince minutos. Un plato que hace que parezca que definitivamente sabes moverte por la cocina. Pollo cremoso al pesto con ñoquis es lo que haces cuando estás cansado pero quieres algo que sepa a esfuerzo.
Qué necesitarás:
- Solomillos de pollo (cortados en trozos grandes)
- Aceite de oliva o mantequilla
- 2 dientes de ajo picados
- 1 paquete (500 g) de ñoquis conservables
- 1 taza de caldo de pollo
- ½ taza de nata
- ¼ taza de pesto (comprado está bien, fresco es mejor)
- Sal y pimienta
- Espinacas tiernas o guisantes congelados (opcional, pero verdura a escondidas = extra)
A cocinar:
- Calentar el aceite o la mantequilla en una sartén grande. Añadir los trozos de pollo y cocinar hasta que estén ligeramente dorados y cocidos, unos 5-6 minutos. Reservar en un plato.
- En la misma sartén, eche el ajo y cocínelo durante 30 segundos.
- Añade los ñoquis directamente del paquete, vierte el caldo y ponlo a hervir a fuego lento. Deje que hierva durante 3-4 minutos hasta que los ñoquis empiecen a ablandarse.
- Añada la nata y el pesto y, a continuación, el pollo. Cocer todo junto a fuego lento hasta que la salsa espese un poco y los ñoquis estén bien cocidos.
- Añada las espinacas o los guisantes, si los utiliza, y cocine 2 minutos más hasta que se marchiten.
Sírvelo con: Una cuchara. Tal vez un vaso de vino blanco si ha sido ese tipo de día.
Por qué funciona: Ñoquis + pesto + nata = combinación infalible. Añade pollo y un atajo de una sola sartén, y es básicamente mágico. Limpieza mínima, gran sabor y sobras que se recalientan como un sueño.
5. Envolturas de lechuga con pollo (ligeras, rápidas y llenas de sabor)
Este plato es perfecto para cuando quieres algo fresco y saciante, pero no te apetece una comida copiosa. Piensa en los wraps de lechuga de los restaurantes, pero hechos en casa y aún mejores.
Qué necesitarás:
- Solomillos de pollo, picados finamente (o triturados en un robot de cocina)
- 1 cucharada de aceite de sésamo (o cualquier aceite neutro)
- 2 dientes de ajo picados
- 1 cucharadita de jengibre fresco rallado
- 1 taza de champiñones, finamente picados
- ½ taza de zanahorias ralladas
- ½ taza de castañas de agua picadas (añaden un toque crujiente)
- 2 cucharadas de salsa de soja
- 1 cucharada de salsa hoisin
- 1 cucharadita de vinagre de arroz
- Hojas de lechuga (lechuga mantequilla o iceberg funcionan bien)
- Opcional: cebolletas en rodajas, semillas de sésamo, sriracha
Así es como se hace:
- Calienta el aceite en una sartén a fuego medio-alto. Añade el ajo y el jengibre, déjalo 30 segundos para que se aromatice e incorpora el pollo troceado.
- Cocine el pollo hasta que se dore y se cueza por completo y, a continuación, incorpore las setas, las zanahorias y las castañas de agua. Cocine durante otros 3-4 minutos.
- Añadir la salsa de soja, el hoisin y el vinagre. Mezclar bien y dejar cocer a fuego lento un par de minutos más hasta que todo esté salseado y bien cubierto.
- Coloca el relleno en las tazas de lechuga, espolvorea con cebolleta o semillas de sésamo si tienes y rocía con sriracha si te gusta el picante.
Por qué es imprescindible: Es rápido, fresco y parece algo que pedirías fuera, pero con la mitad de grasa. Además, los solomillos de pollo absorben perfectamente los sabores.
6. Hamburguesas crujientes con cuscús y parmesano (con un toque especial)
Todos hemos probado el pollo empanado, pero ¿la corteza de cuscús? Tiene un crujido inesperado y te hace sentir como si acabaras de inventar algo increíblemente ingenioso. Bonus: se hornea, así que no hay que estar encima del aceite caliente.
Qué necesitarás:
- Solomillos de pollo
- 1 taza de cuscús cocido (mejor el del día anterior, más seco = más crujiente)
- ½ taza de parmesano rallado
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 1 cucharadita de hierbas italianas
- 1 huevo
- Sal y pimienta
- Aceite de oliva o aceite en aerosol
Hagamos magia:
- Precaliente el horno a 200°C. Forra una bandeja con papel de horno o papel de aluminio.
- En un cuenco poco profundo, mezcle el cuscús, el parmesano, el ajo en polvo y las hierbas. Sazone bien con sal y pimienta.
- En otro bol, batir el huevo. Pasar cada solomillo por el huevo y luego por la mezcla de cuscús, presionando ligeramente para que se pegue.
- Coloque los filetes rebozados en la bandeja y rocíelos ligeramente con aceite o spray para que queden crujientes.
- Hornear durante 20-25 minutos, dándoles la vuelta a mitad de camino, hasta que estén doradas y crujientes por fuera y bien hechas.
Ideas para servir: Sírvelo con una guarnición de verduras asadas o sobre una ensalada. O al estilo infantil, con ketchup o mostaza con miel. Sin juzgar.
Por qué destaca: El cuscús le da una textura totalmente diferente a la del pan rallado. Y está horneado, no frito, para que te sientas un poco satisfecho de lo sano que es.

7. Dippers de pollo dulce y picante con salsa cremosa
Si tu idea para la cena es "picar algo pero que te satisfaga", ésta es la tuya. Estos dippers de pollo están recubiertos de una corteza dulce y picante (piensa en galletas de queso y copos de chile), y luego se sirven con una salsa cremosa para mojar que probablemente acabarás echando a cucharadas sobre todo lo demás que tengas en la nevera.
Qué necesitarás:
- Solomillos de pollo
- 1 taza de galletas con sabor a queso trituradas (Cheez-Its o similares)
- ½ taza de pan rallado panko
- ½ cucharadita de copos de chile (ajústalo según lo valiente que te sientas)
- 1 huevo
- Sal y pimienta
Para la salsa:
- ½ taza de nata agria o yogur griego
- 1 cucharada de miel
- 1 cucharada de mostaza de Dijon
- Un chorrito de zumo de limón
Vamos a mojarnos:
- Precaliente el horno a 200°C. Forra una bandeja con pergamino o papel de aluminio.
- Triture las galletas hasta hacerlas migas finas y mézclelas con el panko y los copos de chile en un cuenco poco profundo.
- Sazona el pollo con sal y pimienta. Sumerja cada ternera en el huevo batido y, a continuación, en la mezcla de migas. Presione para cubrirlos bien.
- Coloca las chuletas en la bandeja y rocíalas con un poco de aceite para que queden crujientes. Hornear durante 20 minutos, dándoles la vuelta una vez.
- Mientras se hornean, mezcle todos los ingredientes de la salsa hasta que quede suave.
Consejo profesional: Duplica la salsa. Te encontrarás mojando patatas fritas, palitos de zanahoria o tu dedo en ella más tarde.
Por qué seguirás haciéndolo: Es crujiente, tiene el punto justo de picante y esa salsa está buenísima. Además, a los niños les encanta. A los adultos también, sólo que fingen que no.
8. Ensalada de mango y pollo a la parrilla (Summer in a Bowl)
Esta ensalada es todo equilibrio: jugoso pollo a la parrilla, mango dulce, verduras crujientes y un aliño refrescante que lo une todo. Es colorida, fresca y extrañamente adictiva para ser una ensalada.
Qué necesitarás:
- Solomillos de pollo
- Aceite de oliva
- Sal, pimienta y una pizca de ajo en polvo
- 1 mango maduro, pelado y cortado en rodajas
- Ensalada mixta
- ½ cebolla roja, cortada muy fina
- ½ pepino, cortado en rodajas o en tiras
- Opcional: almendras tostadas, semillas de sésamo, aguacate
Para el aliño:
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharada de zumo de lima
- 1 cucharadita de miel
- 1 cucharadita de mostaza de Dijon
- Sal y pimienta
Cómo funciona:
- Sazona el pollo con sal, pimienta y ajo en polvo. Asarlo en una sartén caliente o en una barbacoa durante 3-4 minutos por cada lado hasta que esté dorado y bien cocinado.
- Mientras el pollo reposa, bata los ingredientes del aliño en un tarro o bol pequeño.
- Mezcla las verduras, el mango, el pepino y la cebolla en un bol grande. Añade aguacate o almendras si quieres más.
- Corta el pollo a la parrilla en rodajas y colócalo encima. Rocíalo con el aliño y remuévelo ligeramente.
Conviértelo en un héroe de la preparación de comidas: Guarde los componentes por separado y mézclelos justo antes de comer. Este plato es ideal para comer al día siguiente.
Por qué es un ganador: Sabe como algo que pedirías en un patio junto a la playa. Ligero, brillante y, aun así, saciante gracias al aporte proteínico del pollo.
9. Tazón de fideos con pollo satay (Cena de emergencia en 10 minutos)
Este es tu plato favorito cuando la nevera está triste y necesitas cenar rápido. Pollo tierno, salsa de cacahuete cremosa, fideos masticables y un puñado de verduras crujientes: es reconfortante, saciante y mucho más rápido que el delivery.
Qué necesitarás:
- Solomillos de pollo, cortados en rodajas finas
- 1 cucharada de aceite de cacahuete (o el aceite que tenga)
- 1 diente de ajo, picado
- 1 paquete de fideos frescos Hokkien o de arroz
- 2 tazas de ensalada de repollo previamente triturada o verduras picadas (zanahorias, col, pimiento)
Para la salsa satay:
- ¼ taza de mantequilla de cacahuete (suave o crujiente)
- 2 cucharadas de salsa de soja
- 1 cucharada de salsa de chile dulce
- 1 cucharada de zumo de lima (o vinagre de arroz)
- 2-3 cucharadas de agua tibia, para aflojar
Pasos rápidos:
- Mezcle todos los ingredientes de la salsa en un bol pequeño hasta obtener una mezcla homogénea. Añade un poco más de agua si está demasiado espesa.
- En una sartén grande, caliente el aceite y cocine el ajo y el pollo hasta que estén dorados y bien hechos, unos 5-6 minutos.
- Añade los fideos (pásalos por agua caliente si están pegados) y las verduras a la sartén.
- Verter la salsa sobre todo y remover para cubrir. Deje que se caliente durante otros 2-3 minutos.
Cúbrelo con: Cacahuetes picados, cilantro, semillas de sésamo o incluso un huevo frito si te apetece.
Por qué funciona: Picar lo mínimo. Alimentos básicos de la despensa. Una sartén. Es reconfortante y lleno de textura, cremoso, crujiente, masticable, y totalmente personalizable dependiendo de lo que tengas por ahí.
10. Pollo a la barbacoa con lima (para cuando te apetezca pegajoso y salseado)
Esta es pegajosa, ácida y llena de sabor a barbacoa. La lima mantiene las cosas brillantes y equilibradas, y es justo el tipo de cena que se siente un poco más emocionante de lo habitual, sin necesidad de una parrilla u horas de preparación.
Qué necesitarás:
- Solomillos de pollo
- 1 cucharada de aceite de oliva
- ½ taza de salsa barbacoa (su tipo favorito)
- Zumo de 1 lima
- 1 cucharadita de miel o azúcar moreno (si la salsa barbacoa aún no es dulce)
- Sal y pimienta
Este es el plan:
- Caliente una sartén a fuego medio-alto. Salpimienta el pollo y dóralo en aceite de oliva durante 3-4 minutos por cada lado.
- En un bol pequeño, mezcle la salsa barbacoa, el zumo de lima y la miel.
- Vierta la salsa sobre el pollo en la sartén y reduzca ligeramente el fuego. Dejar cocer a fuego lento y burbujear durante 5-6 minutos, dando la vuelta al pollo una o dos veces hasta que la salsa espese y cubra cada pieza.
Servir con: Arroz, ensalada de col, maíz a la parrilla, o rellenar tacos con aguacate y cilantro.
Por qué se te volverá a antojar: Es pegajoso y un poco ahumado, con el sabor justo de la lima para cortar la riqueza. Básicamente, sabe a verano en cada bocado.

Algunos consejos finales para cocinar solomillos de pollo
No los cocine demasiado
Esta es la forma número uno de arruinar un buen solomillo. Son pequeños y se cocinan rápido, lo que es genial, a menos que los olvides en la sartén. Por lo general, se cocinan de 3 a 4 minutos por lado a fuego medio. Una vez que se ponen opacos y firmes, están hechos. Si no estás seguro, corta uno para comprobarlo. ¿Siguen rosados? Dale otro minuto. ¿Ya están blancos y jugosos? Retíralos del fuego.
Cortar antes o después
Si quieres que se cuezan rápido y que la salsa se impregne fácilmente, córtalas en tiras antes de cocinarlas. Pero si lo que busca es la máxima jugosidad, cuézalos enteros, déjelos reposar unos minutos y luego córtelos en rodajas. Cualquiera de las dos formas funciona, sólo depende del plato.
Marinar cuando pueda
Incluso un breve remojo marca la diferencia. A los solomillos de pollo les encanta un adobo rápido de 15-30 minutos. No hace falta nada sofisticado: aceite de oliva, un chorrito de zumo de limón, un diente de ajo rallado, tal vez algunas hierbas secas. Si tienes más tiempo, estupendo. Si no, incluso unos pocos minutos ayudan a que salgan más sabrosas y tiernas.
Utiliza lo que tienes
No te estreses si te falta algún ingrediente. Estas recetas son muy flexibles. ¿No tienes espinacas? Usa guisantes congelados. ¿No tienes tomates secos? Utiliza tomates cherry. ¿No te gusta el picante? Omite el chile. La idea es hacer comidas que se adapten a ti y a lo que tienes en la nevera, no seguir cada paso como si fuera un experimento científico.
Reflexiones finales
Los solomillos de pollo no siempre son el centro de atención, pero una vez que sabes qué hacer con ellos, son básicamente un salvavidas entre semana. Se cocinan rápido, son fáciles de trabajar y cogen el sabor como un sueño. Tanto si buscas algo acogedor como una pasta cremosa, ligero como una ensalada o atrevido como el pollo picante de Nashville, hay una receta de solomillo que te encantará.
¿Y lo mejor? No necesitas ingredientes sofisticados ni horas en la cocina. Solo un paquete de solomillos, algunos alimentos básicos de la despensa y un poco de creatividad.
Así que la próxima vez que abras la nevera y veas ese paquete de pollo, no te estreses. Tienes 12 ideas sólidas para la cena esperándote. Marca esta página, elige una y ponte a cocinar.
Cena: manejada.
Preguntas frecuentes: Solomillos de pollo, simplificado
¿Qué son exactamente los solomillos de pollo?
Los solomillos de pollo son las pequeñas y finas tiras de carne que se encuentran debajo de la pechuga de pollo. Son magras, tiernas y rápidas de cocinar, por lo que son ideales para comidas rápidas. A menudo se venden por separado, pero a veces también están unidos a pechugas de pollo deshuesadas.
¿Puedo utilizar pechugas de pollo en lugar de solomillos?
Totalmente. Basta con cortar la pechuga de pollo en tiras finas para igualar el tamaño y el grosor de los solomillos. Se cocinará un poco más despacio, pero el cambio funciona bien en la mayoría de las recetas.
¿Cómo evito que los solomillos de pollo se sequen?
No los cocines demasiado. Son cortes pequeños, así que sólo necesitan unos minutos por cada lado. Si los vas a freír u hornear, vigílalos, una vez que estén firmes y blancos por todos lados, ya están listos.
¿Es necesario marinar los solomillos de pollo?
No siempre, pero ayuda. Incluso un adobo rápido de 15 minutos con aceite de oliva, zumo de limón, ajo o una salsa ya preparada añade mucho sabor y las mantiene jugosas. Si tienes más tiempo, aún mejor.
¿Puedo cocinar solomillos de pollo directamente congelados?
Se puede, pero no es lo ideal para recetas que necesiten dorarse o estar crujientes. Para obtener mejores resultados, descongélalas primero en el frigorífico o en un bol con agua fría. Así se cocinan de manera uniforme y absorben más sabor.
¿Cuál es la mejor manera de sazonar los solomillos de pollo?
Lo más sencillo suele ser lo mejor: sal, pimienta, ajo en polvo y un chorrito de zumo de limón. Pero también combinan muy bien con sabores más atrevidos: pesto, salsa barbacoa, salsa picante de búfalo o glaseados de soja y jengibre. Básicamente, son esponjas de sabor.