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Un práctico plan de comidas de 7 días para aliviar la colitis ulcerosa

Tratar la colitis ulcerosa significa comer pensando un poco más. Hay días en los que el intestino está tranquilo y otros en los que todo va mal. No existe una solución única, pero planificar tus comidas en función de la comodidad, la tolerancia y el equilibrio puede ayudarte a ir un paso por delante. Este plan de comidas de 7 días no es una dieta estricta ni un consejo médico. Se trata de un marco basado en alimentos que suelen ser más fáciles de digerir, especialmente durante los brotes o los periodos de recuperación.

No estamos aquí para decirle lo que puede o no puede comer. Sólo usted y su equipo sanitario pueden decidirlo. Lo que hemos hecho es elaborar un plan práctico con comidas suaves y bajas en fibra que, en general, se consideran más seguras para las personas que padecen CU. Sin reglas rígidas ni ingredientes extravagantes, sólo ideas con las que puede trabajar.

Para que todo esto sea un poco más llevadero, hemos creado ReciMe. Es una aplicación que te ayuda a seguir el ritmo de las comidas que se adaptan a tus necesidades, especialmente cuando estás trabajando con una enfermedad como la colitis ulcerosa. Puedes guardar recetas de Instagram, TikTok, Pinterest, YouTube o incluso de tu aplicación Notas y organizarlas en libros de cocina. A partir de ahí, es fácil elaborar un plan semanal y convertirlo en una lista de la compra ordenada por pasillo o por receta. También verás información nutricional básica como calorías, proteínas y carbohidratos, lo que puede ser útil si estás haciendo un seguimiento de lo que más te alimenta. ReciMe funciona en iOS, Android y como extensión de Chrome, así que tanto si estás planificando en tu escritorio como cocinando en tu cocina, todo queda en el mismo sitio. La hemos creado para eliminar el estrés de planificar las comidas, especialmente cuando a tu instinto no le gustan las sorpresas.

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¿Qué hace que una comida sea compatible con la CU?

Hay mucho de ensayo y error a la hora de averiguar lo que tolera el intestino. En general, las comidas aptas para la CU son sencillas y se centran en facilitar la digestión, especialmente cuando los síntomas están activos. Durante un brote, esto suele significar optar por alimentos cocinados con poca fibra y condimentos suaves. Cuando la situación se calme, podrá reintroducir más variedad poco a poco.

Esto es lo que suele ayudar durante los brotes o la recuperación:

  • Verduras bien cocidas (en lugar de crudas o crujientes)
  • Carbohidratos blandos como arroz blanco, patatas o pan blanco
  • Proteínas magras a la plancha, escalfadas o al horno
  • Lácteos sin lactosa o bajos en lactosa (si se toleran)
  • Hierbas y especias suaves sin picante
  • Mucho líquido para mantenerse hidratado

Y lo que suele ser mejor evitar:

  • Verduras crucíferas crudas como brócoli, coliflor o repollo
  • Frutos secos, semillas y cereales integrales con texturas rugosas
  • Alimentos grasos o fritos, incluido el pescado azul
  • Salsas picantes y condimentos a base de chile
  • Alcohol y bebidas gaseosas
  • Alimentos fermentados durante los brotes activos (aunque sean útiles en remisión).

No todo el mundo reacciona igual. Puede que toleres algo que a otra persona le molesta. Pero esta lista puede ayudarte a construir un punto de partida, sobre todo si estás en modo de gestión de síntomas.

Construyendo tu semana: El enfoque

El objetivo es variar sin abrumar. Cada día incluye desayuno, comida, cena y un tentempié. Los ingredientes se centran en el equilibrio, con opciones fáciles de preparar y margen de maniobra si quieres hacer ajustes. Si estás en pleno brote, reduce el consumo de fibra y opta por comidas más suaves y sencillas. Si estás en remisión, no dudes en explorar un poco más.

Día 1

Desayuno - Huevos revueltos con tostadas de pan blanco y rodajas de plátano

Un desayuno suave clásico: huevos revueltos en aceite de oliva con una rebanada de pan blanco tostado y rodajas de plátano al lado. Fácil de digerir y equilibrado.

Almuerzo - Sopa de pavo y arroz

Pavo molido magro cocido a fuego lento en un caldo suave con arroz blanco pasado y zanahorias tiernas. Omite las especias y déjalo al natural para un almuerzo suave.

Cena - Bacalao al horno con puré de patatas y calabacín

Pescado blanco al horno con un chorrito de aceite de oliva, servido con puré de patatas y calabacín al vapor. Llena pero no pesa.

Merienda - Puré de manzana y galletas de arroz

La compota de manzana natural y sin azúcar combinada con galletas de arroz es un tentempié ligero y bajo en fibra.

Día 2

Desayuno - Crema de arroz con plátano

Crema tibia de arroz cocido con leche de almendras y cubierto con suaves y finas rodajas de plátano. Un poco de canela para darle sabor si se tolera.

Almuerzo - Pollo escalfado y pepino pelado

Pechuga de pollo sin piel escalfada servida con rodajas de pepino peladas y sin semillas y un poco de pan blanco normal. No necesita salsas.

Cena - Pavo molido con arroz blanco y zanahorias

Pavo molido cocido sin condimentos, servido con arroz blanco normal y zanahorias hervidas. Suave y agradable para el estómago.

Merienda - Yogur sin lactosa con melocotones en conserva

Unas cucharadas de yogur natural sin lactosa con melocotones blandos enlatados en zumo (no en almíbar). Suave, ligeramente dulce y delicado.

Día 3

Desayuno - Huevo duro y tostada de pan blanco

Uno o dos huevos duros con una rebanada de pan blanco tostado. Añade un poco de sal si quieres, pero omite la mantequilla si te preocupa la grasa.

Almuerzo - Gachas de arroz con pollo molido

Una simple papilla de arroz (estilo congee) hecha con pollo molido y un poco de caldo. Si se tolera, se pueden añadir zanahorias tiernas o calabaza.

Cena - Tilapia al horno con puré de boniato y judías verdes

Pescado suave como la tilapia al horno, con puré de boniato y judías verdes bien cocidas al vapor. Evita las pieles o los trozos fibrosos.

Merienda - Puré de pera

Pera cocida al vapor y licuada (o puré de pera sin azúcar comprado en la tienda). Un tentempié naturalmente dulce y respetuoso con el intestino.

Día 4

Desayuno - Copos de avena con leche de almendras y manzana pelada

Copos de avena cocidos en leche de almendras, cubiertos con rodajas de manzana peladas y cocidas. Añade un chorrito de sirope de arce si lo necesitas para darle sabor.

Almuerzo - Pollo y puré de patatas

Pollo desmenuzado mezclado con puré de patatas blancas o amarillas y un toque de aceite de oliva. Sin especias, solo confort suave y cálido.

Cena - Tilapia con arroz blanco y calabacín al vapor

Hornea o escalfa la tilapia y acompáñala con arroz normal y suaves rodajas de calabacín. Suave, húmedo y fácil de digerir.

Merienda - Palitos de zanahoria blandos

Hierva las zanahorias hasta que estén blandas y póngalas a enfriar para obtener un tentempié suave y naturalmente dulce, con textura pero no crujiente.

Día 5

Desayuno - Copos de arroz con leche sin lactosa

Un bol de cereales de copos de arroz naturales ablandados en leche sin lactosa. Añade unas rodajas de plátano blando para endulzar.

Almuerzo - Plato de pavo y puré de zanahoria

Pechuga de pavo natural cortada en lonchas y servida con puré de zanahorias y una cucharada de arroz blanco. Suave y sencillo.

Cena - Sopa de pollo con fideos

Cocinado con fideos blandos, zanahorias y pechuga de pollo sin piel en caldo bajo en sodio. Mantener los ingredientes pasados de cocción y muy blandos.

Merienda - Requesón bajo en grasa (si se tolera)

Unas cucharadas de requesón sin lactosa o bajo en lactosa. Suave y blando, puede llenar sin resultar pesado.

Día 6

Desayuno - Avena suave con pera

Copos de avena cocidos con leche de almendras, cubiertos con rodajas de pera peladas y cocidas al vapor. Evita añadir nada crujiente o fibroso.

Almuerzo - Tazón de arroz con pollo

Pechuga de pollo desmenuzada sobre arroz blanco con calabaza o calabacín blandos y hervidos. Rocía con aceite de oliva si necesitas más calorías.

Cena - Pescado blanco al horno suave y puré de patatas

Hornea pescado blanco, como bacalao o tilapia, y sírvelo con puré de patatas normal. Añade judías verdes tiernas o zanahorias cocidas si lo toleras.

Merienda - Puré de manzana y tostadas

Puré de manzana sin azúcar con un trocito de pan blanco tostado. Ligero pero saciante cuando quieres algo entre horas.

Día 7

Desayuno - Crema de trigo con plátano

Crema de trigo cocida con leche de almendras, cubierta con suaves rodajas de plátano. Caliente y fácil de digerir.

Almuerzo - Hamburguesas de patata con pavo

Puré de patatas mezclado con pavo finamente molido, formado en suaves hamburguesas y salteado ligeramente en aceite de oliva. Servir con rodajas de pepino pelado.

Cena - Pollo con puré de tubérculos

Pollo desmenuzado servido con puré de zanahorias y patatas. Opcionalmente añade calabacín al vapor si se tolera bien.

Merienda - Rodajas de melón

Melón cantalupo o melón dulce maduro cortado en trozos blandos. Sin piel ni semillas, sólo hidratación y suave dulzor.

Pequeños consejos que realmente ayudan

Admitámoslo, planificar las comidas no siempre es fácil, sobre todo cuando tu instinto es imprevisible. Pero estos pequeños hábitos pueden marcar la diferencia:

  • Cocinar por tandas: Prepare raciones dobles de las comidas que tolere bien. Congela las sobrantes para los días difíciles.
  • Llevar un registro de alimentos: Parece tedioso, pero anotar lo que comes y cómo te sientes después puede ayudarte a detectar los desencadenantes más rápidamente.
  • Evitar saltarse comidas: A veces, el estómago vacío puede empeorar los síntomas. Procura comer con regularidad, aunque las raciones sean pequeñas.
  • Elige la comodidad: En los días de brote, no te fuerces a comer ensaladas crudas o cereales fibrosos. Limítate a comidas sencillas, suaves y fáciles de digerir.

UC y nutrición: Por qué es importante

La CU no es sólo un problema intestinal. Con el tiempo, los brotes pueden afectar a la absorción de nutrientes. Esto significa que el cuerpo puede no estar recibiendo lo suficiente de lo que necesita, incluso si está comiendo mucho. Las deficiencias más comunes son:

  • Hierro
  • Vitamina B12
  • Folato
  • Vitamina D
  • Calcio

Si experimenta fatiga, niebla cerebral o una recuperación lenta, puede que merezca la pena hacerse análisis de sangre y consultar a un dietista. A veces es esencial tomar suplementos cuando es necesario.

Qué hay que tener en cuenta

Aunque no existe una lista estricta de alimentos prohibidos para la colitis ulcerosa, algunos alimentos son más propensos a causar molestias o empeorar los síntomas en muchas personas. Si se encuentra en medio de un brote o intenta prevenirlo, merece la pena que preste más atención a cómo le afectan estos alimentos:

  • Brócoli, coliflor y coles de Bruselas crudas
  • Maíz entero o palomitas
  • Alubias y lentejas (especialmente durante los brotes)
  • Frutos secos y semillas (incluso en mantequillas o granola)
  • Condimentos y salsas picantes
  • Grandes cantidades de lácteos (para los sensibles a la lactosa)
  • Carnes rojas grasas
  • Comida rápida frita o grasienta
  • Alcoholes de azúcar y edulcorantes artificiales
  • Bebidas carbonatadas
  • Alcohol

No es necesario eliminarlo todo a la vez, pero ayuda quitar una o dos cosas cada vez y prestar atención a cómo responde el intestino. Llevar un registro de los alimentos puede facilitar la detección de patrones.

Conclusión

La colitis ulcerosa tiene un modo de hacer que la comida resulte complicada, incluso cuando haces todo lo posible por seguir el plan. Por eso, elaborar un plan de comidas que realmente funcione para tu cuerpo y tu vida puede ser un paso útil. Este plan de 7 días no es una solución perfecta, y definitivamente no está grabado en piedra, pero es un punto de partida práctico para ayudar a reducir la fatiga por decisiones y evitar los brotes relacionados con la comida.

El verdadero objetivo no es la restricción. Es la conciencia. Saber lo que tu cuerpo tolera bien, tener algunas comidas de referencia que te parezcan seguras y eliminar las conjeturas de tu semana puede marcar una gran diferencia. Si sigues teniendo dudas sobre determinados alimentos o síntomas, siempre es una buena idea consultar a un dietista. Pero mientras tanto, empezar poco a poco y ser constante ayuda mucho.

PREGUNTAS FRECUENTES

¿Puedo seguir este plan de comidas durante un brote?

No exactamente como está. Este plan está más orientado a los períodos de remisión, cuando el sistema digestivo está un poco más estable. Si estás en medio de un brote, es posible que tengas que ajustar las porciones, omitir los ingredientes fibrosos, y seguir con alimentos más suaves y bajos en residuos hasta que las cosas se calmen.

¿Tengo que evitar la fibra por completo?

No, pero el momento es importante. Durante un brote, un exceso de fibra insoluble (como verduras crudas o cereales integrales) puede empeorar la situación. Una vez que te sientas mejor, puedes volver a introducirla con verduras cocidas y frutas blandas.

¿Es también un plan de adelgazamiento?

No está diseñado para la pérdida de peso. Este plan se centra en el bienestar intestinal, el apoyo a la inflamación y la nutrición constante. Si tienes objetivos relacionados con el peso, la energía o la ingesta de nutrientes, es mejor que trabajes con un dietista que pueda adaptar tus comidas de forma más específica.

¿Puedo utilizar este plan si soy vegetariano o no tengo gluten?

Por supuesto, pero tendrás que hacer algunos cambios. Por ejemplo, el tofu o las lentejas pueden sustituir a la carne, y los cereales sin gluten, como el arroz o la avena certificada, se pueden sustituir fácilmente cuando sea necesario. La estructura es la misma, pero tú la haces tuya.

¿Y si no tengo tiempo de cocinar todo esto?

No hace falta que prepares todas las comidas desde el principio. Las sobras son tus aliadas, y cocinar por lotes algunas cosas como arroz, sopa o verduras asadas puede ahorrarte tiempo. Herramientas como ReciMe también te ayudan a organizar tus comidas y listas de la compra para que no tengas que empezar de cero cada día.

¿Por qué me siguen molestando algunos alimentos saludables?

Cada persona con CU tiene un conjunto ligeramente diferente de tolerancias. Lo que funciona para una persona puede ser terrible para otra. Por eso, hacer un seguimiento de tus síntomas y probar cosas gradualmente puede ayudarte a descubrir tus propios patrones con el tiempo.

¿Debo seguir este plan todas las semanas?

En absoluto. Es sólo una base. El objetivo no es comer los mismos siete días una y otra vez. Es darte una base sobre la que puedas construir, ajustar y rotar según cambien tus necesidades y tu apetito.